Hace unos años, la sonda New Horizons de la NASA captó la que sería la imagen más impactante del 2015. Un perfecto corazón helado fue descubierto en la superficie de Plutón y, desde ese momento, los científicos no han dejado de buscar la explicación. Con el tiempo, han averiguado que está compuesto de hielo, de ahí que se vea como una mancha oscura sobre el planeta. Pero, ¿hielo? Puede que no se haya encontrado agua en el planeta más pequeño del Sistema Solar, pero sí gases como el nitrógeno. ¿Qué es lo que han descubierto ahora sobre la formación más romántica del espacio?
Desde que se descubrió el corazón más famoso de la galaxia, denominado como Tombaugh Regio, se sabe que está formado por enormes glaciares de nitrógeno helado, compuestos por enormes cuencas donde las bajas temperaturas y una elevada presión atmosférica permiten que el nitrógeno se condense en hielo, formando una reserva permanente.
Ese nitrógeno congelado no solo cubre parte de la superficie en forma de corazón sino que es un gas que también está en la Tierra y que conforma la mayor parte de la delgada atmósfera de Plutón, junto con pequeñas cantidades de monóxido de carbono y metano. Gracias a ello, los expertos han sabido cómo se ha formado, pero no las consecuencias que tendría el proceso de condensación del hielo.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en el Journal of Geophysical Research: 'Planets' y basado en datos del sobrevuelo de Plutón por la misión New Horizons en 2015, ha dado con la respuesta al enigma. Lo que ocurre realmente es que una fina capa de este hielo se calienta y se convierte en vapor durante el día. Pero por la noche, este vapor se condensa, formando el hielo. Este proceso lo que hace es bombear vientos de nitrógeno alrededor del planeta helado que hace que Plutón se mueva de forma diferente.
Todos los planetas suelen girar en el sentido contrario a las agujas del reloj, pero los vientos que genera el corazón de Plutón están modificando su trayectoria. Este movimiento único se entiende como retrorotación. A medida que el aire azota la superficie, va inyectando a su paso calor, granos de hielo y partículas de neblina para crear ventosas oscuras en las regiones del norte, donde se encuentra el célebre corazón. En otras palabras, el viento generado en Tombaugh Regio transporta calor, lo que calienta la superficie y oscurece el hielo al depositar las partículas de bruma.
Asimismo, quisieron investigar cómo afectaban los vientos al resto del planeta, y se percataron de algo inédito: el corazón de Plutón no solo es particular por su forma, sino porque es el encargado de controlar los vientos que hacen girar al planeta. El grupo descubrió que los vientos procedían del oeste, en la dirección contraria al giro del planeta enano. Lo que ocurre es que el nitrógeno del corazón se vaporiza en el norte y no se convierte en hielo hasta que llega al sur, provocando así que las rachas se desplacen hacia el oeste, lo que produce una rotación diferente del planeta.