La contaminación cayó menos de los esperado en China durante el confinamiento: ahora sabemos por qué
Durante el confinamiento, la concentración de partículas PM 2,5 no se redujo como se esperaba
Los científicos de la NASA lo achacan a un aumento de los niveles de polvo procedente del Gobi
"Los cierres de COVID-19 reducen la contaminación, pero no toda", ha dicho la NASA
Fue confinarnos y limpiarse el aire. La caída de la polución por dióxido de carbono cayó en torno al 17 % a nivel global, sin embargo en China se observó que uno de los contaminantes no se retiró de la circulación ni siquiera durante el bloqueo social. Desde la NASA explican cuál y por qué.
El papel de las partículas PM 2,5
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“La concentración de pequeñas partículas de contaminación en el aire conocidas como PM 2,5 no cambió mucho”, dice la agencia espacial en nota de prensa.
“Intuitivamente, uno pensaría que si hay una situación de bloqueo importante, veríamos cambios dramáticos, pero no fue así”, dijo Melanie Hammer, investigadora asociada visitante en la Universidad de Washington en St. Louis y líder de un estudio del aire desarrollado en China. "Fue una especie de sorpresa que los efectos en PM 2,5 fueran modestos".
Las partículas PM 2,5 (material particulado con un diámetro de menos de 2,5 micras) son producidas no solo por actividades humanas, también por procesos naturales, como ocurrió durante el confinamiento en China. Permanece en la atmósfera, puesto que pesa muy poco, y al ser inhalado por los humanos aumenta el riesgo de sufrir problemas cardíacos, cáncer, asma y una serie de otros efectos sobre la salud.
“Estábamos más interesados en observar los cambios en PM 2,5 porque es el principal factor de riesgo ambiental de mortalidad prematura a nivel mundial”, dijo Hammer.
El comportamiento anómalo del polvo atmosférico
Algunos de los patrones meteorológicos que provocaron cambios en las concentraciones de PM 2,5 incluyeron variaciones en las fuentes y la intensidad de las tormentas de polvo estacionales, la forma en que los contaminantes reaccionaron a la luz solar en la atmósfera, la mezcla y transferencia de calor a través de frentes climáticos y la eliminación de contaminantes de la atmósfera por la lluvia y la nieve.
Se muestra un ejemplo en el mapa de arriba, que compara los niveles de PM 2,5 en China en febrero de 2020 con febrero de 2019. “Hay que tener en cuenta que, aunque los niveles de contaminación disminuyeron significativamente en algunas de las partes más industrializadas de China, en realidad fueron más altos cerca de las regiones desérticas de China”, informa la NASA.
PM 2,5 se encuentra entre los contaminantes más complicados de estudiar porque el tamaño de las partículas, la composición y la toxicidad varían mucho según la fuente y las condiciones ambientales. Por ejemplo, se sabe que parte de la contaminación por PM 2,5 proviene de la reacción de otro contaminante, el dióxido de nitrógeno (NO2), con otras sustancias químicas en la atmósfera. El NO2 es un subproducto importante de la quema de combustibles fósiles por los vehículos de motor y las actividades industriales. A principios de 2020, la NASA y otras agencias científicas detectaron caídas significativas en la contaminación por NO2 durante los bloqueos de covid-19, y algunas personas asumieron que significaría una disminución dramática en toda la contaminación.
Las diferencias más significativas relacionadas con el bloqueo se detectaron en China, particularmente en la llanura del norte de China, donde los niveles de contaminación son típicamente altos y se concentraron los bloqueos más estrictos. Pero incluso esa señal fue un poco confusa.
Hammer sospecha que el cambio en los niveles de PM 2,5 en la llanura del norte de China fue más evidente debido a los niveles más altos de contaminación de la región durante los períodos sin covid. Los nuevos conocimientos también destacan un punto relevante que no es intuitivo a partir de las observaciones de 2020: los niveles promedio de PM 2,5 han estado cayendo de manera constante durante años en América del Norte y Europa, y las concentraciones de contaminación que ya son bajas son más difíciles de cambiar.
"La gran historia aquí es en realidad la caracterización global de la calidad del aire, especialmente en lugares donde no hay monitores de superficie", dijo Ralph Kahn, coautor y científico atmosférico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. "Los satélites proporcionan una parte importante, los modelos proporcionan una parte importante y las mediciones terrestres también hacen una contribución importante".