1. Un lugar alejado del sol
Seguro que, en más de una ocasión, mientras disfrutabas de una mañana en la piscina o la playa, el móvil se te ha ido a negro. Lo único que aparecía era esto: “la temperatura debe disminuir antes de que pueda usarlo”. Y el motivo de este mensaje no es otro que el lugar en el que has dejado tu smartphone.
Con los valores que estamos alcanzando estos días, y más aún en verano, el espacio en el que guardamos nuestro móvil es crucial para su supervivencia. Nada de exponerlo al sol. Mochilas, bolsos o cualquier tejido que le pueda hacer sombra siempre serán una buena opción. ¡No seas vago y cuídalo un poco más! El calor es letal para todo lo que tenga que ver con la tecnología.
2. Apps recordatorio: para que no se te pase refrescarlo
Si existen apps que te avisen de si la fruta está pasada o no, ¿cómo no iban a crear una que te avise de la temperatura de tu móvil? Su función es monitorizar y optimizar los grados que alcanza tu dispositivo para que puedas evitar un error del sistema antes de que sea demasiado tarde.
Las opciones son muchas, tanto para Itunes como para Play Store. Coolify, Temp Monitor y CPU Gauge son las más comunes, y si las sincronizas con el resto de aplicaciones, pueden llegar a identificar cuál es el motivo exacto (si es interno o externo) de que tu smartphone esté al borde de derretirse.
3. Pierde en wifi y gana en eficacia
Consume datos y batería. Y lo peor de todo: es una de las principales causas de su sobrecalentamiento. Dejar funciones sin desactivar puede ser letal para tu móvil. Más que nada porque es un acto muy habitual entre los asiduos a lo digital. El wifi o el bluetooth son algunas de las muchas opciones que, por pereza, desconocimiento o falta de atención, quedan activas sin necesidad de estarlo.
Tampoco hay que olvidar cerrar las aplicaciones una vez se han terminado de utilizar. Dejarlas en segundo plano, aunque no se recurra a ellas directamente, no implica que estén cerradas.
4. Evita los juegos que ocupen mucho
Es probable que ya los evites por el hecho de que provocan que en tu móvil no quepa un alfiler. Pero por si acaso, no sobra la advertencia. Los juegos (y resto de apps) con grandes imágenes y diseños especialmente trabajados favorecen que el calor gane fuerza en tu smartphone. Así que aguanta las ganas y reserva ese tipo de divertimentos para la consola o el ordenador.
5. Las fundas no son tan protectoras como crees
Te han salvado de roturas de pantalla y de más de un susto que podría fastidiarte la semana. Incluso, para los más modernos, las fundas han dado un toque de color y personalidad a los aburridos tonos metálicos de su smartphone. Pero antes de comprar una nueva, piénsalo dos veces: pueden calentar más de la cuenta el interior del teléfono.
El tópico de que "lo barato acaba saliendo caro" le viene al pelo a este punto. Porque con la proliferación de fundas de todo tipo, existen algunas cuyo material no es el más propicio para recubrir un móvil. Todo lo contrario: ciertos plásticos aumentan aún más su temperatura.