Acelerar la velocidad de Internet es uno de los grandes retos de nuestro día a día. Y cambiar la contraseña WiFi es algo que muchas veces olvidamos -tal vez ni se nos pase por la cabeza- pero conviene saber que este gesto es el más importante que podemos dar si queremos proteger nuestra conexión y evitar que nos la ‘pirateen’. Y es que, por mucho que existan métodos de seguridad, y aunque la contraseña que recibimos por defecto con nuestro router sea kilométrica y parezca lo bastante complicada, los hackers lo tienen fácil para intentar sacar partido de las redes ajenas sin pagar por ellas cuando la contraseña permanece tal y como la conocimos. Te contamos cómo cambiar la contraseña de tu WiFi para evitarlo.
La función de tu router es clara: recibir la señal de Internet y convertirla en red sin cables. Para hacerlo con plena seguridad, este aparato presenta distintos tipos de cifrado para las redes WiFi (WEP, WPA o WPA2). Sea cual sea el tipo de cifrado, la posibilidad de un ataque existe y la contraseña que viene por defecto con tu router es fácil de conseguir. Ten en cuenta que no se trata solo de que puedan robar tu conexión: ‘hackeando' tu router es posible también acceder a los dispositivos conectados a esa red, lo que puede comprometer enormemente su seguridad.
Para evitarlo, aprende cómo cambiar la contraseña del router: tal y como explican desde Orange, simplemente tendrás que acceder al dispositivo, mediante cable Ethernet o conexión wifi, y buscar el apartado donde modificar tanto el nombre de la red como la contraseña.
No todos los modelos de router son iguales, por lo que tendrás que atender a las instrucciones específicas de tu aparato. Lo que no cambia es el procedimiento: ya sea a través de un ordenador o un móvil, deberás abrir una ventana del navegador e introducir la dirección que indique tu proveedor de servicio. Una vez en ella, introduce el nombre y contraseña correspondiente. Consulta nuevamente con tu proveedor y ten en cuenta que el nombre por defecto suele ser ‘admin' y la contraseña genérica puede ser algo parecido a ‘1234', por lo que esto es algo que también es conveniente cambiar para que sea más difícil acceder a la configuración de tu router.
Una vez dentro de la interfaz de administración del router, busca el área de 'Configuración Wifi’ o similar y cambia desde ahí la contraseña y, si así lo deseas, el nombre de la red. Ya solo queda guardar los cambios.
En cuanto a la calidad de tu contraseña, lo mejor es combinar letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos, si es posible, así como usar un mínimo de 8 dígitos (lo ideal es que contenga 16). No es recomendable, por el contrario, usar palabras personales, aunque una opción es utilizar trozos de ellas y combinarlas con números que no tengan un significado importante para ti o que, teniéndolo, se encuentren también desordenados. Lo importante es que te resulte sencillo recordar tu contraseña, pero que a la vez no sea fácil de identificar por parte de un tercero. Ten en cuenta que hoy en día es sencillo conocer conceptos o fechas importantes para ti a través de tus perfiles públicos.
Por último, evita usar la misma contraseña para distintas cosas: si un ‘hacker' da con tu clave, le estarías dando acceso potencial a muchas más áreas privadas de tu vida.