Comer un plato de pasta o arroz que haya sido cocinado con días de antelación no solo puede producir malestar en el estómago. Sino que puede dar lugar a una intoxicación alimentaria que, a su vez, puede derivar en la propia muerte. Así lo ha demostrado un estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Australia. El origen está en una bacteria de nombre 'Bacillus cereus'.
Anukriti Mathur, uno de los autores del estudio, aclara que se trata de una bacteria bastante común, pero no por ello menos peligrosa. El informe, publicado en la revista 'Nature Microbiology', revela que el 'Bacillus cereus' puede contagiarse a través del "suelo, los animales, los insectos, el polvo y las plantas". Es decir, que puede propagarse fácilmente.
Por ello, los expertos ponen el foco de atención en los alimentos que suelen conservarse en la nevera en malas condiciones sin siquiera saberlo; ya que estos son la diana perfecta para la proliferación de la bacteria. Las sustancias contaminantes de la misma, afirman, no se eliminan calentando la comida en el microondas.
Las consecuencias pueden ir desde una leve infección hasta un fallo hepático (deterioro grave de la función hepática como consecuencia de un trastorno que daña al hígado). "El 'Bacillus cereus' es una causa muy conocida de enfermedades transmitidas a través de los alimentos, pero la infección con este agente no se reporta comúnmente debido a que sus síntomas son generalmente leves", aclara Mathur.
Ese fue el caso de un estudiante que, en 2011, consumió un plato de pasta que llevaba preparado desde hacía cinco días y sufrió un fallo hepático que ocasionó su muerte. Otro caso sonado de víctimas mortales se produjo en 2015, cuando un menor perdió la vida tras padecer una intoxicación alimentaria de carácter severo.
"Nuestro estudio muestra que la toxina [producida por esta bacteria] ataca y perfora agujeros en las células, causando muerte celular e inflamaciones", concluye el experto.