Científicos del sincotrón público de Reino Unido, el Diamond Light Source, hallan la fórmula para hacer muestras de polvo cósmico en un horno microondas doméstico.
El polvo es la primera materia cósmica formada y su investigación forma parte de un campo muy activo en la astrofísica por ser clave para la evolución química de las estrellas, los planetas y la vida misma. Existen algunos ejemplos que han llegado a la tierra como partículas de polvo interplanetario y polvo de cometas, en meteoritos, pero su complicada historia significa que pueden no ser representativos. Es por ello que los principales métodos de investigación acerca de las propiedades del polvo cósmico se producen en experimentos de laboratorio con materiales análogos.
"La composición del polvo cósmico no se comprende bien y actualmente no es posible recolectar muestras para su análisis. Por lo tanto, poder hacer muestras de polvo análogas en el microondas podría ayudar a arrojar luz sobre nuestra historia temprana del sistema solar", explicó el científico Stephen Thompson, quien dirigió un equipo de investigadores de Diamond.
Thompson afirma que no es posible replicar exactamente la formación de polvo cósmico en la Tierra, pero con estas muestras análogas es posible la comparación con datos astronómicos para contemplar sus similitudes y diferencias.
En el artículo publicado recientemente en Astronomy & Astrophysics, Thompson y su equipo de investigadores demostraron que el secado por microondas se puede utilizar de manera barata y fácil para producir silicatos de magnesio y hierro amorfos similares a los granos de polvo que se forman en las atmósferas alrededor de las estrellas supergigantes rojas. Después investigaron su cristalización mediante recocido térmico in situ y consideraron los resultados en el contexto del modelado de granos de polvo en discos protoplanetarios que representan un punto en el tiempo justo antes de la formación del planeta.
Para Diamond, esta investigación es solo el comienzo. Continuarán explorando su nuevo método de microondas, usándolo para producir muestras de polvo con diferentes composiciones. El equipo espera que este método sea adoptado por otros astrofísicos de laboratorio, pero también podría tener aplicaciones industriales.