El Perseverance lo ha conseguido. El rover de la NASA fue lanzado el pasado 30 de julio y, tras casi 470 millones de kilómetros de viaje, ha aterrizado con éxito en Marte. Es la nave más desarrollada que ha creado nunca la agencia espacial estadounidense, y está previsto que conteste a la pregunta más difícil de responder que se ha nunca la humanidad: ¿Hay vida en otro planeta? Estas son sus características.
Para responder a la eterna pregunta, la nave de la NASA aterrizará en el cráter Jezero de Marte, donde se cree que una vez fluyeron ríos y se formó un lago. Allí, el Perseverance indagará en el núcleo de rocas que tienen una antigüedad de 3.600 millones de años, de las que recogerá muestras con un brazo robótico de aproximadamente 2 metros de largo que luego serán traídas a la Tierra para ser estudiadas.
Este brazo forma parte de la nueva tecnología que diferencia el Perseverance de la nave Curiosity de la NASA, que investiga el cráter Gale del Planeta Rojo desde 2012. También su ‘software’ ha mejorado con respecto al rover que llegó a Marte hace 9 años. Contiene un caché donde irá almacenando información, y los ingenieros se aseguraron durante su creación de que pudiera ejecutar actualizaciones durante la misión. Además, es más ‘independiente’ y tiene una capacidad mejorada para hacer un uso más eficaz y autónomo de la energía eléctrica.
Sus ruedas son más estrechas que las del Curiosity, pero también más resistentes, ya que tienen un diámetro mayor y están hechas de aluminio más grueso para recorrer el terreno escarpado del cráter Jezero.
Durante el aterrizaje, la fase más complicada de la misión, el rover se abrirá paso a través de la atmósfera de Marte ralentizando su velocidad de unos 19.500 kilómetros por hora a aproximadamente 3 km/h, en un proceso que durará alrededor de siete minutos. Para frenarse, contará con el apoyo de un paracaídas. A su llegada, se aplicará la técnica de "grúa del cielo" utilizada con éxito por su predecesor, el rover Curiosity, que ayudará a posar sobre el regolito marciano el rover mientras ‘la grúa’ se aleja.
*Recreación ficticia de la NASA
Otro factor que distinguirá la misión Mars 2020 de todas las anteriores que han llegado a Marte es que incluye un total de 23 cámaras que serán los ojos y sentidos del rover. Estas se dividen en las cámaras de descenso para retransmitir el aterrizaje, las cámaras de ingeniería –miden el suelo alrededor del rover para una conducción segura, verifican el estado del hardware del rover y dan soporte a la muestra, dice la NASA– y las cámaras científicas –llamadas Mastcam-Z, SuperCam, PIXL, SHERLOC y WATSON–.
Pero no solo eso. Por primera vez, se pondrá en práctica “el último de los cinco sentidos que aún tenemos que ejercitar en el Planeta Rojo”, define la NASA: la audición. Para ello el Perseverance incluye micrófonos que permitirán escuchar los sonidos de Marte durante la misión, incluido el momento del aterrizaje.
Para allanar el terreno a futuras misiones, la NASA ha incorporado en el Perseverance el instrumento MOXIE (Mars Oxygen In-Situ Resource Utilization Experiment) que producirá oxígeno a partir de la atmósfera marciana compuesta en su mayoría de dióxido de carbono. El objetivo será facilitar el despegue desde el Planeta Rojo a través de un propulsor de oxígeno líquido en futuras misiones.
Por último, un instrumento que también causa expectación es el Ingenuity, el helicóptero que viaja con el Perseverance. Será la primera vez que se pruebe un helicóptero en otro planeta. Pesa tan solo 1,8 kilogramos y contiene rotores que giran en ambos sentidos mucho más rápido que los helicópteros con pasajeros que vuelan en la Tierra.
Si funciona, será nuestros ojos en futuras misiones en lugares inaccesibles para los rover que circulan por la superficie, aunque antes tendrá que enfrentar numerosos retos. La atmósfera de Marte es 99% menos densa que la de la Tierra, y las noches en el cráter Jezero transcurren a temperaturas extremas de hasta menos 90 grados Celsius. "Además, los controladores de vuelo del JPL no podrán controlar el helicóptero con un joystick. Los retrasos en la comunicación son una parte inherente del trabajo con naves espaciales a distancias interplanetarias", enuncia en una publicación la NASA.
España, por cierto, participa en la misión Mars 2020. El instrumento MEDA (siglas de Marte Mars Environmental Dynamics Analyzer, en inglés), está liderado por el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), con la participación de instituciones internacionales como el Instituto de Meteorología de Finlandia. MEDA medirá el clima y monitoreará el polvo a bordo del Perseverance en Marte.