Las viejas tribus mayas usaban hasta 20 tipos de calendarios y el lunar era uno de ellos. Decimos lunar porque está estructurado en base a las 13 vueltas que le da la Luna a la Tierra durante un año entero pero, en realidad, es también un calendario solar porque se siguen teniendo en cuenta los 365 días que tarda la Tierra en completar su órbita alrededor del Sol. Por ello, es considerado como uno de los calendarios que más se hermana con el cosmos y que más se acerca a la perfección del universo.
Se trata, ni más ni menos, que de un orden distinto del tiempo, mucho más estático y organizado. En el calendario de las 13 lunas, los meses no tienen 30 o 31 días, no son variables, sino que siempre suman 28 días, como 28 días tarda la luna en experimentar sus fases (creciente, llena, menguante, nueva).
Las semanas son, por tanto, matemáticamente perfectas, múltiplos del número 7: siempre se cuentan del 1 al 7, del 8 al 14, del 15 al 21 y del 22 al 28 y siempre caen en los mismos días. Un mes nunca termina, por ejemplo, a mitad de semana (en miércoles o jueves) sino que siempre se estructura de la misma manera. Por eso se conoce también con el sobrenombre del calendario de la paz, del orden y la serenidad.
Los nombres de los días son diferentes y, cada uno de ellos, hace referencia a una parte de nuestro cuerpo, por la intención del calendario de interrelacionar todos los elementos de la naturaleza:
El lunes, sería Dali (Cabeza)
El martes, Seli (Raíz)
El Miércoles, Gama (ojos)
El jueves, Kali (Sacro)
El viernes, Alfa (Garganta)
El sábado, Limi (Abdomen)
Y el domingo, Silio (Corazón)
UN AÑO DE 13 MESES
Del mismo modo, los nombres comunes de los meses se sustituyen por adjetivos lunares: enero es el mes de la Luna magnética, febrero, el de la Luna lunar, marzo el de la Luna eléctrica, abril el de la Luna auto-existente; mayo, el de la Luna entonada, junio, rítmica, julio, resonante, agosto, galáctica, septiembre, el de la Luna solar; octubre, el de la Luna planetaria, noviembre, el de la espectral, diciembre, el de la Luna de cristal y un mes más que se añade y que se conoce como el mes de la Luna cósmica. Las antiguas creencias aseguraban que cada mes era un 'portal galáctico', pero eso es algo que se escapa de su relación con la astronomía.
ENCUENTRA TU FECHA
Hay que fijarse en el código numérico que aparece en cada día de la semana. Hay que fijarse en el código numérico que aparece en cada día de la semana.Este código marca el mes y el día que se correspondería con el calendario gregoriano, por lo que podemos ver que comienza el 26 de julio (7-26). Así, se pueden buscar fechas relevante y saber bajo el influjo de qué luna se encuentran.
Si hacemos cuentas, con este nuevo orden de los días, nos damos cuenta de que hay uno que se queda colgando (12 lunas x28 días = 364). Por ello, el día sobrante del año es una día que no se contabiliza como tal y que, según el calendario, se dedica al ocio, a la relación con la cultura, el arte y al perdón. Es una forma diferente de concebir y relacionarse con la vida, más cerca de la naturaleza que de la ciudad, por lo que no tiene mucha cabida en el mundo contemporáneo. Sin embargo, cualquier interesado puede estudiarlo y aplicarlo a su vida personal. Y entrar en paz.