La Unión Europea se ha marcado reducir el número de muertes por accidentes de tráfico en 25.000 personas en los próximos 15 años. Para ello han creado el plan Visión Cero, que pretende recoger información sobre los conductores a través de un sistema registrador de datos que actuará como medida de prevención.
En los próximos años se añadirán sistemas de seguridad activos y pasivos obligatorios en los vehículos, como el limitador de velocidad inteligente ISA o el sistema de mantenimiento de carril.
Entre estas medidas, se aprovecharán de las cajas negras para vehículos, que deberán ser instaladas en los turismos a partir del mes de julio de 2022 y que será obligatoria en todos los coches nuevos desde 2024.
Este aparato funciona como la caja negra de un avión y deberá instalarse bajo el asiento del conductor, atornillada al chasis. La caja negra registrará datos relevantes que pueden ser clave en caso de accidentes.
Esta no registrará sonidos ni imágenes, asegurando la privacidad de los conductores y mientras registre nueva información, borrará la más antigua.
Si ocurre un accidente de tráfico, la caja se activará almacenando los datos desde los 30 segundos anteriores al incidente hasta los cinco segundos posteriores a él. El sistema seguirá el proceso de los choques graves activándose una vez se dispare el airbag, destacan desde la web Coches.
De esta manera, los datos recogidos ayudarán a esclarecer las causas del accidente y ayudarán a los organismos europeos a conocer ciertos datos que ayuden a establecer nuevas medidas de seguridad en el futuro.
Estos aparatos serán capaces de recoger la velocidad del coche, la activación de los airbags, la posición del acelerador, el ángulo y giros del volante, el número de choques o impactos, las revoluciones por minuto del motor o el funcionamiento del cinturón de seguridad, entre otros parámetros.
Los dispositivos grabarán y almacenarán los datos de forma anónima, de manera que los países de la Unión Europea podrán utilizar las cajas negras para analizar los accidentes de tráfico sin saber quién es el conductor del vehículo.
Está previsto que la instalación obligatoria de este tipo de sistemas en los vehículos sirva para evitar 25.000 fallecidos y 140.000 lesionados graves a lo largo de los próximos años.