En Nueva York, San Francisco, Los Angeles y otras ciudades estadounidenses también hubo movilizaciones de los adictos a los iPhones, aunque algunos aseguran que han sido menos que en años anteriores.
En Japón, sin embargo, los fans se han mostrado entusiastas ante la llegada del nuevo dispositivo, que incluye entre sus novedades el detector dactilar, una herramienta que supondrá la desaparición de las contraseñas.