Un grupo de investigadores de la Universidad de Kaunas, en Lituania, ha desarrollado un método de predicción del alzhéimer, con un algoritmo que será capaz de predecir la aparición de la posible enfermedad con una precisión que roza el 100%.
Así, según apuntan en el estudio, publicado en la editorial científica 'Multidisciplinary Digital Publishing Institute', han logrado este algoritmo mediante el análisis de imágenes de resonancia magnética de 138 personas.
En un comunicado, apuntan que este algoritmo podría convertirse en un software capaz de notificar al personal médico "sobre las anomalías relacionadas con la aparición temprana del Alzhéimer", gracias al análisis de los datos de los pacientes más vulnerables.
Los esperanzadores resultados del estudio demuestran que los investigadores fueron capaces de predecir el deterioro cognitivo leve con una precisión de más del 99% gracias a la inteligencia artificial, con un método "mejor en términos de precisión, sensibilidad y especificidad que los desarrollados anteriormente".
Este deterioro cognitivo leve puede ser uno de los primeros signos de la enfermedad, pero esas primeras etapas no suelen tener unos síntomas muy claros, por eso es muy complicado su diagnóstico temprano.
Sin embargo, a pesar de la dificultad, en muchos casos este deterioro se pudo detectar con neuroimágenes. Al centrarse en esas imágenes con métodos de inteligencia artificial lograron obtener la precisión del algoritmo, un gran avance en el que tienen que seguir trabajando.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha presentado el Centro Internacional de Neurociencias Cajal (CINC-CSIC), situado en el Centro de Investigaciones Interdisciplinares del Campus Científico de la Universidad de Alcalá (UAH), y que tiene por objetivo convertirse en un referente global en la investigación del cerebro.
En concreto, el nuevo centro pretende "impulsar y reforzar la neurociencia en España y mantenerla como referente internacional", según ha expresado la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez. "Es un proyecto estratégico por su temática científica y por las implicaciones sociales que tiene", ha destacado, para recordar que el estudio del cerebro es "uno de los grandes desafíos de la ciencia por la complejidad que conlleva desentrañar los mecanismos fundamentales".
"La idea pivota sobre que la clave de todo es el conocimiento, y, cuando se quiere curar una enfermedad, se tiene que conocer cómo funciona el órgano en cuestión, porque, si no, nunca se podrá establecer una terapia adecuada, algo que ha puesto de manifiesto la pandemia de la Covid-19", ha señalado el director del CINC, el neurocientífico Juan Lerma. De esta forma, este conocimiento que impulsará el nuevo centro hará posible la prevención de las enfermedades neurológicas y mentales más devastadoras, como el Alzheimer, el Parkinson, la demencia, las conductas adictivas, la esquizofrenia, el autismo o la depresión.
Así las cosas, el nuevo CINC tiene el propósito de crear un espacio de investigación multidisciplinar de alto nivel y competitividad internacional, y sus líneas de investigación abarcarán los aspectos fundamentales para la comprensión de dicho órgano, a saber: desarrollo y maduración del cerebro, fisiología y plasticidad del cerebro, envejecimiento cerebral, neurociencia computacional y de sistemas y neurociencia traslacional. "Es urgente adaptar estrategias que puedan paliar los problemas relacionados con el sistema nervioso, cuyos costes son enormes, pues llegan a alcanzar los 768.000 millones de euros anuales, por no hablar del coste social y familiar", ha sentenciado el neurocientífico.
En este sentido, ha destacado tres razones por las que es necesario impulsar la investigación del cerebro: se trata de la estructura más compleja que se conoce; genera todos los pensamientos y comportamientos; y, además, asegura, "es un órgano que, cuando funciona mal, causa cientos de desórdenes en todas las edades, lo que representa para la sociedad una carga económica mayor que el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes juntas".