África está viviendo una situación de emergencia sin precedentes que ha obligado a la ONU a pronunciarse al respecto. Una plaga de langostas lleva semanas extendiéndose y reproduciéndose a una velocidad desorbitada por países del nordeste del continente. Miran al cielo y no ven más allá de estos insectos sobrevolando sus cabezas. A simple vista parecen inofensivas pero la excesiva cantidad de langostas está convirtiéndose en una amenaza de hambruna: están devorando en un día la misma cantidad de alimentos que 35.000 personas. ¿Podrá llegar a otros países? ¿Qué efecto tendrá en los países africanos? Te lo contamos.

Tras analizar esta plaga biblíca descontrolada, Naciones Unidas ha pedido este jueves donaciones para apoyar de manera "urgente" al Cuerno de África, que está experimentando actualmente el peor brote de esta langosta del desierto en décadas. Los agricultores están acostumbrados a que esto ocurra, ya que es la plaga migratoria más antigua y destructiva del mundo, pero nunca habían presagiado algo igual. De hecho, estiman que serán necesarios unos 76 millones de dólares para restaurar las cosechas y apaciguar los daños causados por estos insectos.

Y aquí no acaba todo. Estas últimas jornadas los enjambres han comenzado a depositar huevos, por lo que podríamos estar hablando de una nueva generación de crías que irá 'in crecendo' con el paso de los meses, lo que deja a esta situación cerca de convertirse casi en una crisis humanitaria, especialmente en Kenya, que es la peor registrada en 70 años.

Asimismo, la preocupación no finaliza ahí: las langostas del desierto son capaces de recorrer 150 kilómetros o más, y ya se están expandiendo hacia el Valle del Rift. Lo que verdaderamente inquieta a las autoridades es que pueda extenderse a otros países como Uganda y Sudán del Sur. En estos momentos ya afecta a 13 áreas de África e incluso a zonas de Yemen, como puede verse en redes sociales, y podrían ser más en cuestión de días.

Las recientes lluvias en el Sahel y las temperaturas cálidas son las principales atrayentes de esta plaga de langostas. Así lo explicó el viernes en una conferencia de prensa un representante de la ICPAC (Centro de Predicción y Aplicaciones Climáticas). No es más que un "síntoma de las condiciones extremas vividas en 2019”.

El año empezó con una sequía y registró en diciembre una de las temporadas de lluvias más importantes en cuatro décadas en algunas partes, "con inundaciones que afectaron a cientos en África oriental". Pero no fueron los únicos. Hace algunos meses varios ciclones como Kyarr y Pawam dejaron varias anegaciones, y propiciaron que esta plaga fuera a más.