Jesús Calleja ha podido disfrutar este miércoles de un merecido descanso tras su histórico viaje espacial. Los componente de la misión a bordo del 'New Shepard' han dormido en las instalaciones que Blue Origen tiene cerca de Van Horn, Texas, donde este martes tuvo lugar el lanzamiento.

El equipo de Mediaset que ha acompañado a Calleja en esta aventura singular prepara también las maletas para el regreso a España. Mientras tanto, se despiden de esta típica localidad tejana en la que han disfrutado alojados en un hotel de estilo colonial que para los residentes es de marcado estilo español.

Estas horas de sueño han sido fundamentales para que Calleja ordene sus emociones y recuerdos de un viaje espacial que ha sido una aspiración constante desde su niñez.

Han sido minutos de emoción que comenzaron con el estruendo de las llamaradas del 'New Shepard' asomando por las ventanas de la cápsula que les situó por encima de la línea de Kármán, que separa la Tierra del espacio.

También han sido tiempo para recolocar el recuerdo de ese retraso que les hizo temer por la cancelación de la misión, pero que se debió a una reconfiguración de la ruta de vuelo.

Y también, algo que, seguro muchos de los que le vieron regresar a la Tierra pensaron durante la fase de descenso que llenó de incertidumbres los pensamientos de nuestro aventurero y que le hizo considerar mentalmente si "los paracaídas se van a abrir".

El frenazo del impacto fue otro momento duro, según palabras de Calleja al comentar que "menos mal que tenemos arneses porque yo he notado que las vísceras se me pegaban contra la propia piel por dentro".

Un viaje de realización personal que ha contado en primera persona en Mediaset que le llevado a afirmar que "nunca viví tantas emociones tan concentradas en tan poco tiempo y tan especiales".

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