Viajar al extranjero implica una serie de gastos inevitables, que van desde el alojamiento hasta las comidas y el transporte. Sin embargo, uno de los gastos imprevistos más desagradables suele ser el de la factura del móvil al regresar a casa. Son muchos los que han sufrido el impacto del roaming internacional, un servicio que, si no se gestiona correctamente, puede disparar el gasto en llamadas, mensajes y datos móviles.

Una solución sencilla y efectiva para evitar estos cargos es el modo avión, una función disponible en prácticamente todos los dispositivos móviles. Aunque fue diseñado inicialmente para desactivar las señales de transmisión durante los vuelos, su utilidad se extiende mucho más allá de los aviones. Expertos en telecomunicaciones y tecnología coinciden en que activar el modo avión durante un viaje puede ayudarte a reducir drásticamente tu factura telefónica, además de mejorar la vida útil de tu batería y reducir distracciones.

Este modo avión desactiva automáticamente todas las conexiones inalámbricas del dispositivo, incluyendo la red móvil (lo que impide el uso de llamadas, mensajes y datos móviles), el Wi-Fi (aunque se puede reactivar manualmente), Bluetooth (también se puede activar de nuevo si se necesita) y NFC (tecnología de pago móvil y transferencia de datos de proximidad).

El roaming es el servicio que permite que tu operador móvil utilice redes extranjeras para ofrecer conectividad cuando viajas fuera de tu país. Sin embargo, este servicio no siempre es gratuito, y en muchos casos las tarifas pueden ser extremadamente altas.

Según la Comisión Europea, en países dentro de la Unión Europea el roaming está regulado desde 2017 con el sistema "Roam Like at Home", lo que permite a los ciudadanos europeos usar sus tarifas nacionales sin costes adicionales dentro de la UE. No obstante, fuera de Europa las tarifas de roaming pueden alcanzar precios desorbitados, dependiendo del país y del operador.

En algunos destinos, los operadores aplican tarifas que llegan hasta los 12€ por MB de datos consumido, lo que significa que ver un video de YouTube de 10 minutos podría costar más de 100€ si para ello se usan los datos móviles.

Activar el modo avión impide que tu móvil se conecte automáticamente a redes extranjeras, evitando así cargos por datos en segundo plano, actualizaciones automáticas o conexiones no autorizadas.

Una de las grandes ventajas del modo avión es que permite mantener las conexiones esenciales sin usar la red móvil. Por ejemplo, se puede reactivar manualmente el Wi-Fi para conectarte en hoteles, aeropuertos, cafeterías o puntos de acceso públicos sin riesgo de activar el roaming.

Una vez hecho esto, podremos comunicarnos sin usar las redes de telefonía, gracias al uso de las apps de mensajería y de llamadas a través de internet. Y es que, aplicaciones como WhatsApp, Telegram, Skype, Zoom y Google Meet funcionan perfectamente con Wi-Fi, permitiéndote comunicarte sin necesidad de usar la red móvil.

Además, también es posible reactivar el Bluetooth sin tener que desactivar el modo avión, lo que nos permitirá usar todo tipo de dispositivos conectados, o si queremos compartir archivos con otro dispositivo.

Además de evitar costes, el modo avión reduce el consumo de energía, lo que puede ser útil si necesitas prolongar la duración de la batería en un viaje largo.

El modo avión no solo es útil para volar, sino también para evitar gastos innecesarios de roaming al viajar. Con una simple activación, puedes ahorrar cientos o incluso miles de euros en tu factura telefónica, mantener tu batería por más tiempo y disfrutar de un viaje sin interrupciones ni preocupaciones por cargos ocultos.