A la hora de contratar una tarifa de conexión a internet, bien sea de fibra o móvil, siempre existe la duda de si la velocidad va a ser suficiente para todas las conexiones. En realidad, técnicamente se habla de ancho de banda. Esto es, la cantidad de información que se puede enviar y recibir por segundo. 

Se mide en Megabits o Gigabits por segundo y no necesita la misma un hogar en el que sus miembros se conecten a internet para navegar o usar redes sociales, que otro con varios ‘gamers’ en la familia. 

Con el ADSL o línea de cobre, la velocidad máxima que se podía alcanzar era de entre 10 o 20 Mbps. Es por ello que los archivos tardaban tanto en descargarse. Además, la latencia (que es el tiempo de respuesta de una red), era mucho más alta y, por lo tanto, las páginas webs tardaban más en cargar y los videojuegos multijugador funcionaban peor.

Ahora, la fibra óptica permite configuraciones de hasta 1Gbps en uso doméstico, ya que las empresas pueden contratar más ancho de banda. Además, conviene comprobar si el ancho de banda es simétrico o no. En el primer caso, la velocidad de subida y bajada es la misma; en el segundo no. Cuando comenzó a desplegarse, era habitual encontrarse con tarifas de fibra asimétrica, pero en la actualidad no son nada frecuentes. Si subes archivos a la nube, haces videollamadas o juegas online, es crucial que la velocidad de subida sea suficiente. 

¿Cuánto ancho de banda necesito? Ante esta pregunta, lo mejor es evaluar el uso que hacemos de internet y los dispositivos que se van a conectar simultáneamente. 

Si eres un hogar de dos personas o menos y vas a hacer un uso básico o social, como navegar por internet, usar el correo electrónico o mirar vídeos por redes sociales, una velocidad de 50 MB por segundo suele ser más que suficiente. Si además solo tienes un teléfono móvil o tablet y existe buena cobertura de 4G o 5G en tu zona, quizá incluso te sale más a cuenta una tarifa móvil de datos. Como inconvenientes, hay que tener en cuenta que es más inestable que la fibra óptica y suele tener mayor latencia.

Si ya el hogar tiene tres o cuatro integrantes, se hacen videollamadas y tiene uno o varios televisores conectados, es mejor optar por una conexión de 300 MB por segundo. Este ancho de banda también suele ser suficiente para las tareas habituales del teletrabajo e incluso para emitir vídeos en directo por internet.

Para pisos compartidos, redes wifi comunitarias, descarga de archivos muy pesados, gaming u otras actividades online más demandantes, entonces lo mejor es optar por los 600 MB o incluso contratar 1GB por segundo. 

De nuevo, se trata de una aproximación y seguramente no todos los casos encajen en estas categorías. A veces es mejor probar con una velocidad y, si no llega a cumplir con el uso habitual, las compañías telefónicas suelen poner facilidades para aumentar el ancho de banda. 

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