Las nuevas tecnologías nos han traído muchas cosas buenas, pero también mucha confusión. Si no sabes lo que tienes entre manos, puedes estar empleando material equivocado con el que se consiguen resultados, pero no son los más satisfactorios. Por ejemplo, una posible causa de la que velocidad del acceso a Internet no sea la que debe ser es emplear un cable Ethernet que no es el adecuado, ¿cómo podemos saber si lo estamos haciendo bien?
Un cable Ethernet o cable RJ45 es un tipo de cable de red utilizado para conectar un ordenador a un modem o router directamente, es una conexión física para la transmisión de datos entre el router y otros dispositivos con puerto Ethernet. Existen diferentes tipos de cables Ethernet, cada uno con diferentes capacidades de velocidad y distancia, lo que hace que podamos estar empleando alguno que no es el más adecuado para los resultados que queremos conseguir.
Saber qué tipo de cable estamos empleando no es complicado, porque debe llevar impreso en la cubierta de plástico una serie de datos que ayudan a identificarlos, entre ellos la categoría a la que pertenece y que es lo que marca si la velocidad de conexión será mayor o menor, nos permite saber si es suficiente para el ancho de banda que tenemos contratado o si se queda corto y por eso no tenemos la velocidad que deberíamos. Por ejemplo, si tenemos una conexión de 200 Mbps, pero el cable de red solo puede mover 100 Mbps, estaremos desaprovechando gran parte de lo contratado.
Existen diferentes tipos de cable Ethernet, entre los más habituales están:
En general, tal y como hemos visto, para conexiones domésticas se recomienda una conexión 5e o 6, uno inferior es raro que pueda darnos la velocidad que necesitamos y, sobre todo, que estamos pagando. Uno superior podría ser más de lo que necesitamos, salgo en casos concretos.
En cualquier caso, si tenemos dudas de si recibimos la velocidad que hemos contratado, es buena idea hacer una prueba de velocidad, para asegurarnos de que efectivamente sucede lo que nos tememos y es que la velocidad no es la adecuada. Después, asegurarnos de que el problema no es del cable que empleamos, es el siguiente paso. Si no es así y no es fallo nuestro, puede ser un buen momento para reclamar que no recibimos lo que tenemos contratado.