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Un estudio elaborado a partir de datos extraídos de diversas filtraciones, algunas de ellas disponibles a través de la 'dark web', advierte sobre cuáles son las contraseñas más usadas. No es extraño constatar que la más frecuente en todo el mundo es '123456', y no hace falta advertir del peligro que comporta su uso. Concretamente, un hacker especializado tardaría menos de un segundo en descifrarla, según datos de NordPass, que publica el estudio.
En nuestro país la más usada coincide con la del resto del mundo. Como elemento distintivo, 'España' misma ocupa la cuarta posición como contraseña más utilizada. ¿Difícil de adivinar? Según los autores, se podría descifrar en menos de dos minutos.
Más allá de las combinaciones de números correlativos diversas (todas empezando por el uno y acabando en diferente posición), también se repite la secuencia de letras "qwerty", correspondiente a la primera fila del teclado. Normalmente seguida de algún número, requisito indispensable en la mayoría de contraseñas.
Otros ejemplos de contraseñas dentro del top diez son la misma palabra 'password', y si descendemos en el ránking, la ciudad 'Barcelona' y el nombre propio 'Alejandro' se encuentran entre las veinte más frecuentes. Se tardarían entre uno y tres segundos en descubrirlas.
El estudio llega a la conclusión de que, comparando las contraseñas más usadas en cuentas corporativas con las de uso personal, coinciden más o menos las mismas en el top diez. En el caso español incluso se cuela '111111'. Este índice se ha podido elaborar gracias a que muchas contraseñas filtradas van seguidas de un correo, por lo que se han podido filtrar por el nombre de dominio.
El primer consejo es combinar letras, números y símbolos especiales (como por ejemplo "@, % o &", entre otras opciones. Si además creamos contraseñas largas, de entre 12 y 20 caracteres, lo pondremos mucho más difícil a los atacantes para descifrarlas.
Otro error habitual consiste en apuntar las contraseñas, tanto en papeles como en documentos online. En este último punto, es muy recomendable usar gestores de contraseñas que cuenten con medidas de seguridad reforzadas. Por ejemplo, existe una aplicación nativa en Apple, 'Contraseñas', que permite generar y almacenar todas las cuentas en iCloud. Por su parte, Google también cuenta con su propio 'password manager'.
Por último, es recomendable comprobar que nuestro correo no está en ninguna filtración. Para ello puedes entrar en Have I Been Pwned, que cuenta con una base de datos de 14 millones de cuentas procedentes de numerosas filtraciones. Si encuentras tu correo allí, lo mejor es cambiar todas las contraseñas de las cuentas en las que hayas usado con ese correo.
Y, aunque parezca muy evidente, lo aconsejable es no enviar contraseñas por servicios de mensajería, como Whatsapp o correo electrónico. Un fallo de este calibre puede exponer tu cuenta, especialmente si el servicio usado para enviar la contraseña no está debidamente cifrado.
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