¿En qué países es más caro usar internet?

  • Según los informes recientes, los países con las tarifas mensuales más altas para internet incluyen los Emiratos Árabes Unidos, donde el promedio alcanza los 91 euros

  • En Cuba, el coste medio por GB de datos en Cuba supera los 12 euros

  • ¿Qué datos cedemos en Internet y para qué se utilizan?

El acceso a Internet se ha convertido en una necesidad fundamental para el desarrollo social y económico en todo el mundo y una herramienta casi obligatoria para un altísimo porcentaje de la población. En cierto modo, no tener conexión o una tarifa de datos con una velocidad suficiente supone cercenar una parte muy importante de nuestra vida digital y nuestro conocimiento del mundo, al menos, el que prospera en paralelo al real.

Tampoco hay que olvidar la facilidad con la que damos por hecho que acceder a internet debe ser asequible, rápido y barato, cuando en realidad existen desigualdades evidentes según dónde nos encontremos. Pero ¿se paga lo mismo en todos los países de nuestro entorno? ¿En qué territorios el coste de la conexión supone un desembolso importante?

África: la brecha digital

Uno de los lugares donde el acceso a Internet es más caro es el África subsahariana. En países como Chad, Zimbabue y Guinea Ecuatorial, el precio de conectarse a la red puede superar los 100 euros al mes por apenas unos pocos GB de datos móviles, según el informe de la Alianza para Internet Asequible (A4AI, por sus siglas). No solo es caro, muy caro, en términos absolutos. Es que, en proporción al salario medio de estos países, este coste es inasumible para muchos ciudadanos. Puede alcanzar hasta el 20% del salario mensual, frente a ese 2% de media que cuesta en varios países europeos.

La mayoría de organismos internacionales achacan este internet inalcanzable a la falta de infraestructuras adecuadas, con dos focos principales: redes de telecomunicaciones deficientes y una cobertura muy limitada en comparación con otros territorios. Hablamos de pocos operadores, esos que a menudo se constituyen como monopolios, se reparten el mercado y logran ejercer una posición tan dominante que pueden fijar precios su antojo en función de la alta demanda, aunque sea a costa de limitar el acceso a internet a los pocos bolsillos que se lo pueden permitir.

Uno de los estudios más destacados es el Informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), un organismo de las Naciones Unidas que evalúa cada año el estado de las telecomunicaciones en todo el mundo. En su informe Measuring The Information Society Report, la UIT analiza el precio de los servicios de Internet en relación con el poder adquisitivo de los usuarios y afirma que los países con precios más elevados suelen tener infraestructuras tecnológicas deficientes, baja densidad de población y una competencia limitada en el mercado de telecomunicaciones. No hay que olvidar que los propios gobiernos de algunos países del África Subsahariana (por ejemplo, Zimbaue o Sudán del Sur) imponen fuertes restricciones a la entrada de nuevos competidores en el mercado, lo que, de facto, bloquea la competencia y mantiene los precios altos desde hace ya muchos años.

Según un estudio de Cable.co.uk, Burundi es el país del mundo donde acceder a internet es más caro (429 dólares), seguido de Sierra Leona (316,69 dólares), Brunei (258,42 dólares), Islas Vírgenes Británicas (184 dólares al mes) y las Islas Turcas y Caicos (170,50 dólares).

Cuba y Venezuela en el ojo del huracán

Los casos de Cuba y Venezuela son otros dos buenos ejemplos de relaciones coste-beneficio negativas: precios muy elevados para una conexión deficiente. En Cuba, el acceso a la red ha sido históricamente controlado por el Estado. Es cierto que en los últimos años se han abierto más puntos de acceso Wi-Fi públicos que nunca, pero el precio de una conexión en el entorno doméstico sigue siendo difícil de pagar para muchos ciudadanos.

En datos, los que aporta Cable.Co.UK en su informe, donde se analiza el coste del acceso a Internet en 240 países. El coste medio por GB de datos en Cuba supera los 12 euros, una cifra muy alta si se la compara con el salario medio en la isla. 4.648 pesos cubanos (unos 178 euros), según las últimas cifras publicadas por la Oficina Nacional de Estadística e Información, y ni siquiera este salario oficial refleja en términos reales la inflación descontrolada que ha vivido la isla desde hace décadas.

En Venezuela encontramos otro espejo (roto). La gravísima crisis económica propia de un estado fallido que vive el país desde hace años ha impactado con fuerza la calidad de los servicios de telecomunicaciones. Los precios pueden parecer bajos en términos absolutos, pero el poder adquisitivo de la población es tan reducido que el acceso a Internet es prácticamente nulo para una gran mayoría social.

Como en el caso de algunos países de África, las infraestructuras están deterioradas. Un mismo escenario: conexiones lentas y poco seguras. De hecho, Cable.Co.UK excluye de su estudio a Venezuela, Sáhara Occidental, Guinea, Corea del Norte, Malawi, Níger o Sudán del Sur por varios motivos de peso: o bien la infraestructura del país no permite que los hogares disfruten de la banda ancha, o la moneda es tan inestable que no es posible analizar los precios de conectarse a internet sin que fluctúen en exceso y la información quede desactualizada.

Según el periódico El Nacional, conectarse a internet con calidad y una conexión rápida cuesta unos 75 dólares mensuales, 10 veces más que el salario mínimo.