Cada vez tenemos más información personal en nuestros dispositivos electrónicos y por eso la seguridad es una preocupación cada vez mayor si hablamos de ellos. Conocer trucos que nos ayuden a protegernos frente a ciberataques es una estupenda idea que hace que podamos dormir más tranquilos, a pesar de que todos seamos conscientes de que no siempre es posible estar completamente protegidos.
Quienes quieran hackear nuestros dispositivos tienen a su disposición herramientas y conocimientos que no están al alcance de todos, eso hace que resulte más complicado poder estar completamente seguro de que nuestros datos están protegidos, por eso al descubrir formas nuevas de hacerlo no dudamos en adoptar esos sistemas, aunque requiera un pequeño esfuerzo extra por nuestra parte.
Gracias a las pautas que los expertos nos van dando hemos aprendido la importancia de no descargar archivos de los que no conozcamos la procedencia, también hemos sabido lo importante que resulta mantener el software actualizado o realizar copias de seguridad. Ahora recomiendan poner en práctica la regla de los cinco minutos, un tip que poner en práctica cada noche para evitar que nuestros dispositivos queden expuestos.
En unas declaraciones recogidas por el diario The Guardian, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, recomendaba poner en práctica la regla de los cinco minutos. Una medida que respaldan expertos en ciberseguridad y que es tan sencilla que todo el mundo puede ponerla en práctica, incluso aquellas personas que no tengan ni idea de nuevas tecnologías, porque la recomendación es, una vez al día, apagar el teléfono durante 5 minutos.
Este sencillo gesto minimiza los riesgos de ser hackeado porque obliga a que todos los procesos se cierren, incluyendo aquellos que se están desarrollando en un segundo plano o de los que no somos conscientes, como aquellos que podrían estar recogiendo datos de manera maliciosa, haciendo que la seguridad de nuestros archivos y cuentas se ponga en riesgo.
A pesar de que parece la solución perfecta, porque es sencilla y está al alcance de todos, lo cierto es que no siempre es efectiva. Si bien suponer una zancadilla para quienes quieren robar nuestros datos, no se lo impide por completo, sino que les obliga a encontrar otras formas de hacerlo. Apagar el teléfono puede ayudar a frenar el ataque, por lo menos durante el tiempo que el teléfono está inactivo, no es milagroso, pero por lo menos supone una molestia para quien está intentando atacarnos, lo que siempre supone un plus.
Conviene estar atento a las señales que nos indican que estamos ‘bajo ataque’, porque en caso de ser así puede que sea necesario buscar ayuda profesional. Algunas de estas señales pueden ser la disminución del rendimiento del dispositivo o un sobrecalentamiento del mismo sin motivo aparente, ruidos durante las conversaciones o llamadas de números extraños.
No siempre podemos evitar ser atacados por este tipo de ciberdelincuentes, pero parece una buena idea ponérselo complicado con pequeñas estrategias como esta, que no nos cuesta nada y podemos poner en práctica mientras cenamos o vemos nuestra serie preferida.