Los riñones de silicona hechos con impresoras 3D: por qué pueden salvar vidas antes de cada operación

El director de Informativos Telecinco, Carlos Franganillo, ha mostrado este viernes en directo desde plató cómo es una réplica de un riñón hecho de silicona con una impresora 3D y en el que se pueden observar tumores en su estructura. Se trata de una reproducción exacta del órgano de un paciente que va a ser operado. ¿Para qué sirve? Básicamente para que los médicos puedan ensayar y preparar la intervención. Y, sobre todo, que la hagan con más garantías de éxito.

Un lugar crucial en este sentido es la Factoría de Patologías, donde recrean órganos y tejidos sintéticos para formación quirúrgica: "Este molde es un uréter que va a ir con estos riñones, que es desmontable", explican mientras exponen un ejemplo en las instalaciones. "Es mucho más barato que un cadáver o un animal vivo. No se estropea", precisa Luis Orantes, CEO de la Factoría de Patologías.

Cada pieza refleja una patología, tumores o malformaciones, según necesidades del cirujano: "Diseñamos el órgano, lo validan y, a partir de aquí, imprimimos en negativo el molde donde vamos a rellenar con silicona", precisa Orantes. Tratan campos como la Urología, pero "puede ser cualquier especialidad". Ya hacen réplicas para operar casos reales a partir del TAC del paciente.

Seguimiento de un riñón de silicona hasta un quirófano de entrenamiento

Para ponernos en contexto, el seguimiento de un riñón de silicona hasta un quirófano de entrenamiento. "La cirugía renal es una cirugía tecnológicamente muy avanzada. Y hoy en día no hay excusa para aprender en un paciente", comenta Ignacio Castillón, urólogo del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario de Madrid. En los ensayos participan "residentes de cirugía y urología de los hospitales de Madrid".

"Nosotros operamos pacientes con tumores renales. Eso es lo que los alumnos reproducen. Utilizan sus tablets para ver el riñón en su caja de entrenamiento que representa el paciente", comenta el doctor Castillón. Casi reales, los modelos de silicona se cortan, pliegan o suturan, sin temor a cometer errores. Incluso con ayuda de un robot entrenan un trasplante renal: "Se hace la parte de reconstrucción de la arteria del donante a la arteria del receptor", sentencia Castillón. Ensayo en silicona para hacer cirugía de verdad. 

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