El mundo de la aviación enfrenta una nueva problemática que pone en riesgo tanto a las aerolíneas como a los pasajeros. La suplantación de señales GPS ha emergido como una amenaza creciente para los vuelos comerciales que, en el peor de los casos, provoca que los pilotos puedan enfrentar dificultades al intentar controlar o aterrizar las aeronaves de manera segura.
La alteración de las señales GPS puede llevar a que los sistemas de navegación proporcionen datos incorrectos sobre la ubicación y el tiempo. Además, se pueden activar falsas alarmas de proximidad o mostrar información errónea en las pantallas de los aviones, lo que podría distraer a los pilotos y complicar el desarrollo normal del vuelo. Esta situación no solo genera una mayor carga de trabajo, sino que también aumenta el riesgo de accidentes.
Es el caso de un piloto de American Airlines, Dan Carey, que relató al 'Wall Street Journal' que sufrió un incidente cuando pilotaba un Boeing 777 sobre Pakistán al activarse una falsa alarma de proximidad. Aunque pudo solventar la situación sin ningún problema, Carey destacó que si hubiese ocurrido otra emergencia simultánea, la situación podría haber sido extremadamente peligrosa.
Cabe destacar que la interferencia GPS se asociaba a zonas de conflicto, como Ucrania u Oriente Medio, donde se utiliza como una medida militar para evitar ataques con drones y misiles. Sin embargo, según pilotos, reguladores y expertos del sector, este tipo de interferencias ha comenzado a extenderse más allá de estas áreas. Un estudio conjunto de SkAI Data Services y la Universidad de Ciencias Aplicadas de Zúrich reveló un aumento notable en el número de vuelos afectados por estas interferencias. Mientras que en febrero de 2024 se reportaban apenas unas decenas de incidentes, en agosto del mismo año el número superaba los 1.100 vuelos diarios. Las interrupciones pueden durar desde unos pocos minutos hasta el transcurso completo del vuelo, lo que ha generado preocupación entre las autoridades de aviación y las aerolíneas.
A pesar del incremento en estos incidentes, hasta ahora no se han registrado accidentes graves vinculados directamente a la suplantación de GPS. Esto se debe, en parte, a la capacitación que reciben los pilotos para enfrentar situaciones de emergencia y al uso de sistemas de navegación alternativos cuando el GPS falla. Sin embargo, los expertos advierten que el riesgo persiste.
Las autoridades estadounidenses, las aerolíneas y los fabricantes de aeronaves están trabajando en posibles soluciones. Se espera que nuevas normas sobre equipamiento para mitigar estas interferencias puedan estar disponibles en 2025. Mientras tanto, los pilotos reciben instrucciones específicas para identificar las señales de suplantación de GPS y saber cómo actuar en consecuencia.
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