Parece que ya está todo inventado, conocemos cómo funcionan las cosas, cuáles son los riesgos a los que nos enfrentamos y la mejor manera de plantarles cara para evitar poner en riesgo nuestra seguridad, pero nada más lejos de la realidad, porque quienes buscan la forma de espiarnos, parecen siempre encontrar una nueva manera de hacerlo.
Por lo menos esa es la impresión que nos da cuando sus tretas se hacen públicas, ayudándonos a reforzar nuestra seguridad de manera personal, pero también gracias a las empresas, que hacen lo propio con sus productos y sistemas. Parece que este es un trabajo sin final, porque siempre surge otra manera, pero, hasta ese momento, por lo menos podemos respirar aliviados (aunque sin dejar de tomar precauciones).
Los métodos de espionaje, con la intención de hacerse con los datos de una empresa o persona, cada vez son más sofisticados y un nuevo estudio ha descubierto una nueva forma de hacerse con ellos: a través de un cable HDMI.
Esta posibilidad ha sido puesta sobre la mesa gracias a un estudio realizado por investigadores de La Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República en Uruguay. Ellos se han encargado de analizar la posibilidad de que esto se pudiera realizar, llegando a la conclusión de que, efectivamente, es algo que podrían estar empleando algunos ciberdelincuentes para espiar el contenido de las pantallas y, de este modo, hacerse con datos personales y bancarios.
Esto, según han publicado en Techspot, se consigue gracias a la radiación que emite esta conexión HDMI entre el ordenador y la pantalla, algo que han podido detectar gracias a la IA, con la que también se descodifica con bastante precisión (un 70%), que si bien no es un porcentaje muy elevado y suficiente para acceder a toda la información de la pantalla, sí que es suficiente para conseguir información clave. Para poder ver estas imágenes sería necesario tener un discreto dispositivo junto al ordenador, encargado de recoger la radiación, así como un software que lo procese, ayudando a detectar la información de interés y diferenciándola del resto.
Esta investigación por parte de este equipo ha puesto de manifiesto un riesgo que no era conocido por el público, tal vez porque este sistema no parece estar diseñado para atacar directamente a los usuarios, sino que se podría estar empleando en ciberdelincuencia a otros niveles, como el espionaje a gran escala, puesto que sería un tanto extraño tener en casa los dispositivos suficientes para que puedan acceder a esta información y que no nos diéramos cuenta.
No obstante, este tipo de descubrimientos pueden ser un estupendo primer paso para poder reforzar la seguridad en ciertos aspectos, al fin y al cabo, estas cosas suelen avanzar a pasos agigantados y no sería raro que con el tiempo desarrollaran nuevos sistemas, evolución de estos, de los que sea necesario protegerse una ve más. De momento, como decimos, parece que los usuarios están seguros frente a estos ataques.