La compañía de la manzana es experta en incluir en sus productos pequeñas mejoras de diseño que acaban justificando la compra del último modelo. Ocurrió ya con la ‘dynamic island’, que se introdujo por primera vez en el iPhone 14 Pro. En este caso, Apple sacó brillo a un peaje del diseño (es necesario el notch para poder mantener la cámara frontal y el ‘Face ID’) convirtiéndolo en una marca reconocible de su teléfono.
En esa ocasión, incluyó el ‘notch’ rediseñado únicamente en sus modelos Pro, destinados a usuarios con más poder adquisitivo, para hacerlos más atractivos y diferenciarlos del resto de la gama. Sin embargo, ahora toda la familia de iPhone lo incluyen por defecto.
En la presentación de los nuevos iPhone en septiembre, Apple podría estar preparando una actualización similar que afectaría también a la gama más cara. Según el gurú de Apple Mark Gurman, que suele tener siempre información privilegiada sobre la compañía, los de Cupertino añadirían un botón más que podría cambiar la forma en la que se toman las fotografías.
Inspirándose en las cámaras tradicionales, Apple estaría trabajando en un botón similar al que incorporan las DSLR y que permitiría controlar mejor el disparo cuando se realicen fotografías con el teléfono. Esta mejora estaría incluida únicamente en los modelos de gama alta: el iPhone 16 Pro y su hermano mayor, el Pro Max.
Aunque no ha trascendido mucha información sobre el tema, el botón estaría situado en la parte superior derecha colocando el teléfono en horizontal, lo que puede recordar a las primeras cámaras digitales compactas. Pulsándolo levemente, permitiría enfocar automáticamente al sujeto de la fotografía, como ocurre con las cámaras profesionales. Si fuésemos más allá y presionáramos del todo, el iPhone tomaría la fotografía. También es probable que el botón permita ajustar el zoom, aunque no queda del todo claro cómo se logrará (puede que sea táctil y permita deslizar el dedo, como ya ocurre con el control de volumen en los AirPods).
Apple confirmaría con esta decisión de diseño su intención de continuar apostando por la creatividad audiovisual como uno de sus reclamos principales. La compañía también pretende aumentar el tamaño de sus iPhone Pro y Pro Max, pasando a 6.3 y 6.9 pulgadas, respectivamente. De esta forma podría mejorar la visualización del contenido y mejoraría la experiencia de edición directamente en el dispositivo.
Sin embargo, la nueva generación de teléfonos de Apple no tendría grandes cambios rupturistas, ni se apostaría por un rediseño integral de los dispositivos. Según afirma Gurman, los de Cupertino estarían esperando al año que viene para realizar cambios más sustanciales y, de momento, apuestan por una evolución conservadora que permita afianzar las ventas de sus dispositivos.