En verano debemos tener especial cuidado al usar el móvil. Es en esta época cuando se producen multitud de robos de dispositivos por pequeñas distracciones, y conviene saber qué tenemos que hacer si sufrimos un hurto y toca actuar con cierta rapidez. En un gran porcentaje de casos, los ladrones no quieren el terminal robado para usarlo, sino para venderlo por piezas. Por eso es crucial dificultarles el trabajo.
Los expertos recomiendan, en primer lugar, cambiar todas las contraseñas de servicios y aplicaciones que utilicemos en ese momento. Otro de los trucos es inutilizar el conocido como pasaporte del móvil, un número identificativo único que impedirá que la persona a la que se lo vendan los ladrones puede utilizarlo. Hoy hablamos del IMEI y de cómo podemos bloquear el dispositivo.
El International Mobile Equipment Identity (IMEI) es un número de identificación único de cualquier teléfono móvil. Se le asigna al ser fabricado. No hay que confundirlo con el número de serie.
Está compuesto por 15 dígitos, y sirve para distinguir cada teléfono móvil de manera individual, asegurando que no haya dos dispositivos con el mismo IMEI en el mundo. En otro ámbito, sería el equivalente al número de bastidor del coche o nuestro DNI.
Cuando bloqueamos el terminal con este método, eliminamos cualquier posibilidad de usar la SIM. La persona que trate de utilizar el teléfono se encontrará con que no puede hacer nada de lo habitual: ni llamar, ni por supuesto enviar mensajes usar los datos a través de una red wifi cercana. Este bloqueo es total y, básicamente, convierte al móvil en un pisapapeles sin utilidad. Se aplica a nivel de red y se extiende a todas las operadoras, que comparten información sobre dispositivos robados. El IMEI también se utiliza para verificar la autenticidad de los dispositivos y prevenir fraudes. Quien compre nuestro teléfono robado puede verificar a través de este número que el teléfono no haya sido reportado como robado o perdido y que no está en una lista negra.
Hay diferentes formas de localizar este ‘pasaporte’ de seguridad. En primer lugar, aparecerá en la factura del móvil, si la conservamos. También es visible en la caja en la que vino el teléfono. Si hemos tirado ambas, es posible consultarlo en el propio móvil de dos maneras.