El plató de Informativos Telecinco es impactante. Entrar allí es como cumplir la fantasía de la niñez de introducirse en un televisor y ser parte por un momento del espectáculo. Las pantallas, el piso reluciente y las cámaras robotizadas que se deslizan solas de izquierda a derecha y viceversa, explican en parte la maravilla de realización que se ve en pantalla cada día en las tres emisiones de los informativos de la cadena: a las 7, a las 15 y a las 21.

Pero este plató esconde además un arma secreta. Un as bajo la manga que los realizadores del programa se guardan para desvelar pocos segundos antes de empezar. "10, 9, 8..." La cuenta atrás para el vivo se escucha y en ese momento aparece la cámara spider. Enfoca a Carlos Franganillo y lo toma desde el aire. Baja lentamente, llega hasta sus ojos y después se retira para dejarnos ver la belleza del plató encendido para la acción.

"Una spider es un recurso técnico que empezó a tener más utilidad en los eventos deportivos, sobre todo. Consigue darle al espectador algo que en otros informativos no hay", explica Enrique Crespo, realizador del programa. Se trata de una cámara colocada sobre un dispositivo que cuelga de cuatro cables y de esta manera puede desplazarse por todo el plató, dando la posibilidad de jugar con distintos ángulos a los que una cámara normal jamás podría llegar.

"Es un producto mucho más rico, más dinámico y obliga a todos los que estamos trabajando durante todo el día en el informativo a pensar más allá del contenido, a pensar en la puesta en escena, con un objetivo que es que la gente entienda mejor lo que estamos contando", dice Carlos Franganillo, director de Informativos Telecinco y presentador de la segunda edición, a las 21.

La incorporación de esta cámara llegó en enero junto con la renovación total del plató que incluyó sobre todo una revolución en la escenografía. Por primera vez se colgaron pantallas verticales que permiten la proyección sin distorsión de imágenes grabadas con móviles que hoy significan una parte importante del contenido audiovisual. Pero la joya de la corona es la pantalla curva envolvente de 31 metros lineales, una verdadera maravilla técnica que tiene la capacidad de procesar hasta tres señales de video 8K o 12 señales de vídeo 4K de hasta 12 bits y más de 50 millones de píxeles, compatibles con la recreación de entornos de realidad aumentada, realidad extendida y realidad virtual, y permite la proyección en alta definición tanto de imágenes como de gráficos e infografías. La pantalla es tan grande que sin la spider no sería fácil sacarle provecho a nivel narrativa audiovisual.

Dos operadores están a cargo del manejo de la cámara spider. Uno solo no podría porque al mismo tiempo hay que realizar distintas tareas para que la cosa funcione. Trabajan en un rincón del plató desde el que tienen perspectiva perfecta para mover los hilos de la cámara voladora.

Miran varias pantallas, manejan palancas de mando y están comunicados con headsets tal como si estuvieran jugando a un videojuego. "Es nuestro juguete", dicen encantados. Y lo es. El lujo de poder registrar imágenes con una cámara aérea solo lo conocen los que la han manipulado.

"Es una cámara más compacta que una de estudio. Es más versátil, se puede mover por todo el plató. Gira 360 grados y puede dar un plano desde cualquier posición, al ras del suelo o a tope de altura", dice Rubén Domínguez Gallardo, uno de los dos técnicos. "Ya que tenemos un plató tan llamativo con pantallas, podemos dar planos que no podíamos con nuestras cámaras robotizadas, planos que antes no habíamos visto", explica.

"Es un salto brutal en la manera de contar las noticias", concluye Crespo, desde el control de realización.