Así funciona la Agencia Española de Supervisión de la IA

España ha adelantado sus movimientos a los de los reguladores europeos y ya ha aprobado mediante Real Decreto la creación de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA), adscrita al Ministerio de Asuntos y Económicos y Transformación Digital.

Se prevé que esta nuevo ‘vigilante’ de los algoritmos esté en pleno funcionamiento el próximo diciembre, antes incluso que se publique el texto final de la Ley de Inteligencia Artificial Europea, cuya aprobación está prevista para finales de este mismo año. Será a finales 2025 cuando el texto entre en vigor.

La creación de la AESIA y su puesta en marcha acelera los trámites para dotar a la IA de un marco jurídico y ético específico, en un entorno donde la implementación de los algoritmos y su uso no regulado a menudo sortea el papel de los legisladores y plantea multitud de cuestiones éticas y legales. Seremos el primer país europeo en crear una entidad de supervisión de esta tecnología llamada a revolucionar el mundo que conocemos y que ya está causando un impacto evidente en disciplinas tan distintas como la medicina, la creación artística o la robótica.

¿Cómo funcionará este nuevo organismo y qué competencias tendrá?

El papel de la Agencia Española de Inteligencia Artificial

Como explican desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, las principales competencias de la AESIA se centrarán en “tareas de supervisión, asesoramiento, concienciación y formación hacia entidades públicas y privadas” para que apliquen de forma correcta la normativa en materia de algoritmos y regulen su uso.

Entre sus objetivos, destacan el papel de esta agencia como un laboratorio para anticipar tendencias, dinamizar el debate sobre los límites y las posibilidades de la inteligencia artificial, para hacerla “confiable, responsable y humanista”, y promover la innovación en el sector público y privado. La IASA dependerá directamente de las directivas propuestas por la futura Ley de Inteligencia Artificial Europea para vigilar el uso de la tecnología, en colaboración con la Oficina Europea de IA y la Unión Europea.

Una vez entre en funcionamiento, el regulador español en materia de algoritmos e inteligencia generativa tendrá plenos poderes legales para realizar inspecciones, comprobar y sancionar las infracciones de las empresas que le den un mal uso, en la misma línea que la Agencia Española de Protección de Datos, con la que expertos en derecho digital y ciberseguridad como Cristina Martínez Garay, en declaraciones para Newtral, han comparado a la AESIA.

Borja Adsuara, también abogado especializado en derecho digital, explica para el mismo medio que ambas agencias no son comparables, ya que la AESIA no es una autoridad independiente, sino que depende de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial y es este organismo el que propone a los cargos rectores, sin pasar por un acuerdo parlamentario. El nombramiento del futuro director de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial corresponderá a Carme Artigas, la responsable de la SED, quien propondrá al futuro director en la próxima junta del consejo rector de la AESIA. La propia composición de este consejo ha levantado algunas opiniones contrarias, que critican la falta de transparencia y la excesiva dependencia de este órgano del Ministerio de Asuntos Económicos.

Las multas administrativas a quienes cometan infracciones podrían alcanzar los 30 millones de euros, y hasta un 6% del volumen de negocio anual para las que facturen más de esa cantidad.