Crean un tejido que reduce la temperatura casi 10 grados para combatir las olas de calor

Factores como el cambio climático provocan un mayor número de olas de calor en ciudades donde antes no se llegaban a estas temperaturas. El año pasado, las muertes provocadas por el calor han aumentado un 30%, siendo el segundo año más cálido desde que hay registros.

Ahora, un estudio publicado en la revista 'Science' puede tener una posible solución. Un grupo de investigadores de la Universidad de Chicago, concretamente creado de Escuela de Ingeniería Molecular Pritzker (PME) ha desarrollado un innovador tejido que podría ser la solución. Se mantiene notablemente más fresco que los materiales convencionales, incluso bajo el sol intenso de las ciudades.

Las pruebas las han realizado en Arizona, y pudieron ver que el tejido se mantenía 2,3 grados más frío que el tejido de banda ancha utilizado en deportes de resistencia, y 8,9 grados más frío que la seda comúnmente usada en la ropa de verano. Esta diferencia térmica puede ser crucial para disminuir y prevenir las hospitalizaciones y muertes relacionadas con el calor.

Tecnología innovadora

El tejido de enfriamiento que normalmente se utiliza en deportes al aire libre como el surf, funciona reflejando la luz solar en un patrón difuso. Sin embargo, en un entorno urbano, la radiación térmica emitida por edificios y pavimento genera un ambiente caluroso desde todos los ángulos.

"La gente suele centrarse en el rendimiento o el diseño del material de los tejidos refrigerantes. Para hacer un textil que tenga potencial para aplicarse a la vida real, hay que tener en cuenta el entorno", aclara Ronghui Wu, coautora principal e investigadora postdoctoral en PME. "La radiación térmica del entorno urbano calienta a las personas desde todos lados. Nuestro tejido está diseñado para abordar específicamente este problema, y los resultados son sorprendentes".

El tejido desarrollado en la Universidad de Chicago emplea una tecnología innovadora que permite enfriar de manera efectiva, incluso en condiciones de intensa radiación térmica. Este avance ofrece una esperanza para combatir las olas de calor urbanas, especialmente en regiones como Arizona, Nevada, California, el sudeste asiático y China, donde se prevén temperaturas extremas superiores a los 50 grados.

Usos de este nuevo tejido

Las aplicaciones del tejido no se limitan a la vestimenta. Una versión más gruesa, protegida por una capa invisible de polietileno, podría utilizarse en la construcción de edificios y automóviles, reduciendo la temperatura interna y disminuyendo la dependencia del aire acondicionado, con el consiguiente impacto ambiental y económico.

"El material también podría emplearse para el transporte y almacenamiento de alimentos sensibles al calor, como la leche", añade Chenxi Sui, coautor principal y candidato a doctorado en PME. "Esto podría ayudar a reducir el desperdicio de alimentos y la necesidad de refrigeración, contribuyendo así a la sostenibilidad", concluye.

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