De la basura a nuestro organismo: las consecuencias de que el plástico entre en la cadena alimentaria

El impacto del plástico en los ecosistemas terrestres y marinos ha alcanzado niveles alarmantes, afectando a una amplia gama de especies que interactúan con este material de diversas maneras. Los animales, desde aves hasta ballenas, están sufriendo las consecuencias de la contaminación que produce este material, un problema que los expertos advierten que requiere atención urgente.

Entre las interacciones más comunes, que en muchas ocasiones terminan siendo mortales para los animales terrestres y marinos, el profesor de Sostenibilidad, Medioambiente y Biodiversidad de la Universidad Europea, Álvaro Luna, explica que “las especies interaccionan con el plástico por diferentes vías y con diferentes fines, a veces a propósito y a veces sin querer”. En este sentido, señala que “a menudo confunden el plástico con alimentos, ingiriéndolo accidentalmente.

Esta ingesta puede causar daños internos severos y, en muchos casos, puede resultar fatal. Las especies filtradoras, como algunos peces y moluscos, incorporan plástico al filtrar agua, mientras que muchas aves y animales marinos quedan enredados en plásticos a la deriva, como redes de pesca, lo que provoca lesiones y muertes”.

El experto de la Universidad Europea también ha hablado sobre cómo afecta esta situación a la cadena alimentaria, “lo normal es que el plástico vaya fluyendo a través de la cadena alimentaria en base a la consumición de presas. De esta forma, cuando un organismo se come a otro, ingiere en consecuencia el plástico que éste contenía dentro. Por ello, animales que están más arriba de la cadena pueden actuar como bioacumuladores, al ingerir el plástico de todas las presas que coman". Se trata de un fenómeno que resulta preocupante, ya que los microplásticos y nanoplásticos pueden fragmentarse y continuar su ciclo en el ecosistema.

Álvaro Luna asegura que a largo plazo “la ingesta de plástico tendrá efectos devastadores para la fauna”. Esto se debe a que los microplásticos “pueden actuar como disruptores endocrinos, afectando la salud de los animales”. Por otro lado, “la propia ingestión puede causar daños gastrointestinales que dañen o maten al individuo afectado” por lo que “en ocasiones la interacción negativa del plástico con muchos ejemplares de algunas especies conllevará problemas que se trasladan a escala poblacional, para lo que hay algunos casos documentados: mortandad de adultos por obstrucciones gastrointestinales o mortandad masiva de pollos por ser alimentados con basura", apostilla el docente.

Además, la contaminación por plástico también tiene repercusiones económicas. “La presencia de plásticos en productos de consumo humano puede afectar la pesca y la producción de alimentos del mar”, afirma Álvaro Luna que también apunta que “las playas contaminadas pueden disuadir el turismo, y la acumulación de plástico en suelos agrícolas puede disminuir la calidad de las cosechas”.

Es por eso por lo que considera que “la lucha contra la contaminación por plástico es una tarea fundamental que requiere la cooperación de todos los sectores de la sociedad. La educación, la legislación efectiva, la colaboración internacional y la tecnología son claves para mitigar este problema y proteger a nuestra fauna terrestre y marina”.

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