Los dasipódidos, conocidos comúnmente como armadillos, son unos mamíferos fáciles de reconocer, distinguibles por tener una armadura formada por placas yuxtapuestas y ordenadas en filas transversales que les sirve como protección, además de una cola bastante larga y extremidades cortas.
El más pequeño del mundo, denominado pichiciego menor, habita en Argentina, tiene un peso inferior a 100 gramos y mide menos de 15 centímetros, según apunta Infobae. Sin embargo, el detalle que más llama la atención en el mundo de la biología es que se trata del único mamífero que tiene una doble capa de piel.
Por debajo de dicha coraza, el pichiciego menor cuenta también con un pelaje blanco, sedoso y flexible. Se trata, señala el citado medio, de una adaptación que permite al animal desplazarse y vivir en ambientes subterráneos y áridos. Esa doble piel podría servir de inspiración para el diseño de materiales o tecnologías en el futuro.
Por otra parte, un equipo de paleontólogos argentinos descubrió manos y pies de un armadillo prehistórico de 200 kilos que vivió hace 500.000 años en las afueras de la ciudad de San Pedro, en la provincia de Buenos Aires, a 170 kilómetros de la capital argentina.
Según la información brindada por el Museo Paleontológico de San Pedro, estas extremidades fósiles -completas y articuladas- se corresponden con un armadillo, cuyo nombre científico es 'neosclerocalyptus ornatus', de cuerpo acorazado y cercano a los dos metros de longitud. Nada que ver con el tamaño del pichiciego menor.
"No es común encontrar partes complejas, como pueden ser las manos y los pies; con varios pequeños huesitos que forman parte de esas estructuras, en un estado impecable después de cientos de miles de años. Las extremidades recuperadas están intactas. Como si hubiera muerto hace pocos días", dijo el director del museo, José Luis Aguilar.
Se cree que el animal murió en un pantano de la zona a finales de la era Ensenadense, una edad establecida para los mamíferos de América del Sur que abarca entre los 0,4 y los 1,2 millones de años. Fue descubierto por los investigadores en la periferia de la localidad bonaerense bajo una capa de suelo que está ubicada a unos nueve metros debajo del nivel de piso actual.
"Este material fósil apareció durante una exploración de rutina en un sector de barrancas que rodean a la ciudad. En una capa sedimentaria muy consolidada, cuya antigüedad supera los 500.000 años", indicó Aguilar.
La institución remarcó que, generalmente, los esqueletos de los animales muertos sufren deterioros, que los desintegran, dispersan o erosionan; sin embargo, como el armadillo expiró empantanado en un humedal, sus restos se conservaron en un "estado de suspensión temporal".
En la comunidad paleontológica, este tipo de descubrimientos son muy valorados por la amplia información que brindan los fósiles sobre la especie, como la anatomía, movilidad y peso.
Además de las manos y los pies, se encontraron dos ramas mandibulares -también articuladas-, un húmero completo, fragmentos de la coraza y una sucesión de varias vértebras completas de la cola del animal.
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