Una investigación científica pionera ha descubierto nuevas vulnerabilidades en uno de los genes más frecuentes y que más mutan en cánceres: ‘Kras’. Con ayuda de la Inteligencia Artificial -que ya se utiliza para detectar el cáncer de mama- los autores del estudio han encontrado cuatro lugares alostéricos con los que crear más de 26.000 variaciones, lo que puede suponer un gran avance en los tratamientos contra esta enfermedad.
"El gran desafío de la medicina no es saber qué proteínas provocan enfermedades, sino conocer cómo controlarlas. Nuestro estudio representa una nueva estrategia para atacar las proteínas y acelerar el desarrollo de fármacos más seguros y efectivos de los que tenemos ahora", ha explicado Ben Lehner, autor principal del estudio.
El Centro de Regulación Genómica ha explicado que el gen ‘Kras’ es uno de los genes que más mutaciones registra y que se encuentra en 1 de cada 10 cánceres humanos, con mayor prevalencia en el de páncreas y pulmón. La proteína que genera ‘kras’ se compara en el argot científico con la "Estrella de la muerte" del Universo de Star Wars, por su forma esférica e impenetrabilidad. Así, ha sido considerada históricamente como “inabordable” desde su descubrimiento en 1982.
La investigación, que se ha publicado en la revista ‘Nature’, ha sido desarrollada por el Centro de Regulación Genómica en Barcelona y el Instituto Wellcome Sanger de Cambridge (Reino Unido). Ahí han destacado que, para controlar una proteína, se necesita una especie de llave que pueda abrir su cerradura y acceder a ella. Aunque también tienen secundarias en su superficie y que reciben el nombre de lugares alostéricos.
La única estrategia que se ha mostrado eficaz hasta ahora, para controlar el "Kras", ha sido atacar su sistema de comunicación alostérica. Se trata de unir una molécula a esos puntos, provocando cambios en la proteína y alternando su actividad o su capacidad para unirse a otras moléculas. Tras cuatro décadas de investigación, decenas de miles de publicaciones científicas y más de trescientas estructuras del "Kras" publicadas, solo se han podido aprobar dos fármacos de uso clínico.
Ahora, todo ha cambiado con el trabajo que ha sido financiado por el Consejo Europeo de la Investigación, el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, la Fundación Bettencourt Schueller, el fondo de investigación AXA, el programa Cerca de la Generalitat y la fundación Wellcome Trust.
Los autores del estudio han utilizado la Inteligencia Artificial para crear más de 26.000 variaciones de la proteína del "Kras", cambiando solo uno o dos aminoácidos cada vez. Así, han verificado cómo cada estructura se acopla a otras seis proteínas claves en el desarrollo de los cánceres. "El estudio demuestra un nuevo enfoque para cartografiar lugares alostéricos sistemáticamente y en proteínas enteras. Para el propósito de buscar fármacos, es como encender las luces y exponer todas las maneras con las que podemos controlar la proteína", ha recalcado el doctor André Faure, coautor del proyecto.
Este tipo de técnica ha demostrado que este gen tiene más lugares alostéricos de los que se creía hasta ahora. Esto significa que dichos puntos pueden utilizarse para inhibir su actividad y crear tratamientos eficaces para este tipo de enfermedades.
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