Los hombres están más predispuestos a usar anticonceptivos masculinos que antes y las investigaciones ya tienen en curso alternativas para que 'ellos' dispongan de anticonceptivos fiables y seguros. Hasta ahora las mujeres han sido las responsables de evitar embarazos, pero esa idea ha cambiado obligando a las farmaceúticas a desarrollar medicamentos para que ellos también se impliquen.
A pesar de que, a día de hoy, hay muchísimas más opciones de anticonceptivos para la mujer que para el hombre el paradigma está cambiando. Los datos de la OMS revelan que los varones están más dispuestos a usar medicamentos que eviten un embarazo no deseado, también hay numerosas líneas de investigación abiertas sobre nuevos métodos de anticoncepción masculina, algunos en fases muy avanzadas.
En Estados Unidos, un 35% de los varones están dispuestos a usar nuevos métodos anticonceptivos; sin embargo, "la diversidad que existe en los métodos anticonceptivos de la mujer es más amplia”, asegura la doctora Marta Correa Rancel, especialista en Ginecología y Obstetricia y de la Unidad de Reproducción Humana del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Canarias, en Tenerife.
La experta ha explicado que "hay más opciones para la mujer, con la anticoncepción hormonal (anillo, píldora, implante, inyección y parche), la anticoncepción intrauterina (DIU), los métodos definitivos (ligadura de trompas)", mientras que para el hombre solo existen dos ""la vasectomía, o del preservativo."
La especialista Correa Rancel, considera que esta falta de diversidad en los métodos de anticoncepción masculina, podría estar motivado porque hasta ahora la responsable de la maternidad era la mujer, quién decidía sobre los embarazos no deseados y a quien proteger de sus correspondientes consecuencias. Esto ha cambiado sustancialmente impulsando un cambio en la industria farmacéutica.
“ No ha habido corresponsabilidad e igualdad entre hombres y mujeres, y se ha desarrollado más en la mujer. Probablemente no había interés, ni de la industria, ni de la sociedad. Esto ha ocurrido hasta este momento y parece que las cosas están cambiando”, ha subrayado la profesora asociada de Obstetricia y Ginecología, de la Facultad de Medicina, de la Universidad de La Laguna.
La especialista, que además es miembro de la Sociedad Española de Contracepción, y de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, ha argumentado que se han realizado en las últimas décadas numerosas encuestas sobre si la mujer se fiaría del hombre en este sentido, a la hora de que él asuma la anticoncepción en la pareja, añadiendo en este sentido que “más de un 50% de los varones, según las encuestas, estaría dispuesto a usar un método anticonceptivo masculino”.
La doctora Correa Rancel ha asegurado que hay nuevos métodos de anticoncepción en fases de investigación bastante avanzadas, y que se prevén de aquí a 10 y 15 años. Reconoce que a los hombres uno de los aspectos que más les preocupan en este sentido es la administración del anticonceptivo masculino, y en el caso concreto de Estados Unidos, dice que son los efectos secundarios sobre el aumento de peso, del acné, o de la disminución de la líbido; y en el caso de los países africanos, por ejemplo, les importan más las enfermedades de transmisión sexual.
Las dos formas que más aceptadas por los hombres, según estudios, son el gel y la píldora, ambos en fase de desarrollo. “El gel, aplicado de forma diaria en el hombro, en fase III y la píldora en fase I-II de investigación”, precisa. Concretamente, describe que están en fase de estudio métodos hormonales y los no hormonales.
Dentro de los hormonales hay algunos que ya en fase avanzada de investigación, son los más avanzados. En un primer lugar se encontraría una píldora similar a la femenina, y el objetivo que se está trabajando con ella es la no producción de espermatozoides. “Esta píldora tardaría entre 2 y 3 meses en hacer efecto. Este es el tiempo en el que el espermatozoide se desarrolla”, agrega.
Lo primero que se usó fue la testosterona, la hormona masculina, pero con esta existían muchas reacciones adversas y, además es que se necesitaban dosis muy altas para que no hubiera espermatozoides. Por eso, mantiene esta ginecóloga y experta en reproducción asistida, que en últimos años se ha combinado un gestágeno con la testosterona, logrando resultados “muy prometedores”.
De hecho, sostiene que hay un gel que lleva ‘nestorona’ (gestágeno sintético) con testosterona, y que se administra en el hombro. “Aunque no hay estudios sobre este gel anticonceptivo en el largo plazo, sí se han analizado sus efectos en cuatro continentes y se ha observado que, a partir de los 20 días de uso, sí se produce una supresión en la producción de espermatozoides. Está en fase III de investigación. Es el más avanzado, con buenos resultados y con pocas reacciones adversas[MM1] ”, celebra.
Además, la profesional del Hospital Universitario de Canarias mantiene que también se han estudiado otros fármacos hormonales, unas posibles píldoras siempre derivadas de la testosterona y con diferentes gestágenos, como por ejemplo un ‘decanoato de nortestosterona’ vía oral; y también una inyección intramuscular, el ‘undecanoato dimetil androlona’ más 'etonogestrel’ (gestágeno); y “parece que ambos con resultados prometedores”.
Los efectos secundarios son parecidos a los de la mujer, pero principalmente los más comunes son el acné y el aumento de peso, y hay más dudas por si hay repercusión leve en la función sexual o en la depresión, “aunque estos dos últimos son más dudosos”, aprecia esta especialista.
Dentro de las opciones de anticoncepción masculina no hormonal, esta especialista de la Sociedad Española de Contracepción, indica que hay diferentes mecanismos en estudio, unos que alteran o disminuyen la formación de espermatozoides (tardan 2-3 meses en hacer efecto); otros el transporte de espermatozoides; otros su movilidad; así como el nivel de fertilización de los espermatozoides.
Una de estas alternativas que influye en el transporte de los espermatozoides es la introducción de una sustancia en el conducto deferente y que lo obstruye (es el que se corta en una vasectomía). “Es como si se hiciera una vasectomía reversible. Se introducen sustancias, polímeros como siliconas, poliuretanos, combinados con el ácido maleico, o el anhídrido estérico, que al año se van eliminando progresivamente y permite recuperar la fertilidad.
Estaría por ejemplo el ‘RISUG’ (usado en la India desde los 80, con estudios en fase III, pero faltan en el largo plazo); o el ‘Vasalgel’ en Estados Unidos, o el ‘Contraline’. Se diferencian por las sustancias que se introducen; y se encuentran en fases II-III)”, remarca.
Lo último y más recientes, según esta ginecóloga, son los inhibidores de ‘Adenilciclasa, una enzima que participa en la movilidad del espermatozoide: “Se observó que, con determinadas sustancias, se podría disminuir la movilidad de los espermatozoides y usar media hora antes de cada relación, todoe ello reversible a las 24 horas”.
También se están investigando con anticuerpos monoclonales para buscar no sólo que vayan contra determinados anticuerpos de enfermedades transmisibles como el VIH o el herpes, sino que también sean anticonceptivos. “En gel, en forma de anillo, de biofilm, y parece que los resultados son bastante prometedores, porque a los 60 segundos de introducir los espermatozoides estos se inactivan”, agrega.