Expertos alertan de los efectos del móvil en adolescentes: obesidad, problemas de articulaciones y miopía

Los smartphones se han convertido en una herramienta omnipresente en la vida cotidiana, pero también pueden tener consecuencias negativas para el desarrollo de los niños y los jóvenes. Así lo han manifestado pediatras y pedagogos de Cataluña, que han reclamado una mayor sensibilización y un “acompañamiento” para introducir a los menores en el mundo digital.

Ramon Capdevila, vicepresidente de la Societat Catalana de Pediatria, de la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya, ha alertado de los riesgos que implica el uso abusivo del móvil para la salud física y emocional de los niños.

Obesidad, alteraciones articulares y miopía

Según Capdevila, existen estudios científicos que relacionan el exceso de pantalla con la aparición de problemas como la obesidad, las alteraciones articulares y la miopía, debido al sedentarismo y la falta de actividad que conlleva.

Además, ha señalado que el móvil puede generar “aislamiento social, a la soledad y tristeza y dudas sobre la imagen corporal”, a pesar de que también puede favorecer las relaciones. Por ello, ha abogado por un uso responsable y consciente de estos dispositivos.

Joan Gamero, miembro de la Comisión de Pedagogía y Escuela del Col·legi Oficial de Pedagogia de Catalunya, ha aportado la visión pedagógica y ha afirmado que el móvil no aporta beneficios educativos, sino que distrae a los estudiantes de aspectos esenciales como las relaciones personales y la convivencia. Ha advertido que el uso indiscriminado de tecnologías puede provocar que los alumnos se vuelvan más individualistas y dificultar la adquisición de valores en la escuela.

Gamero ha instado a regular el uso del smartphone en las escuelas, argumentando que su presencia en el aula no es necesaria si ya hay ordenadores disponibles y que los móviles no son indispensables para el proceso de aprendizaje.

Algunos centros educativos, como el Institut Pla Marcell de Cardedeu (Barcelona), ya han implementado regulaciones para el uso del teléfono inteligente en las aulas y en el patio. Su director, Alex Salleras, expresó el objetivo de lograr una “escuela libre de móviles”. Otros centros, como el Institut El Pedró de L’Escala (Girona) y la Escola Pia Sarrià de Barcelona, también han adoptado medidas similares para abordar la preocupación de las familias sobre la adicción a las pantallas y los posibles conflictos entre los estudiantes.

En el Institut Joaquima Pla Farreras de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), por ejemplo, se ha implementado un código de colores para regular el uso del móvil, destacado como “pionero” en Cataluña. Este código especifica el uso permitido del móvil en diversas situaciones, desde actividades pedagógicas hasta situaciones de examen, con el objetivo de fomentar un uso más consciente y equilibrado de los dispositivos móviles entre los estudiantes.