El asteroide Apophis se acercará a la Tierra en 2029. Antes de que lo haga, la NASA quiere mandar una nave espacial que lo visite para recopilar información valiosa, como han hecho otras misiones. ¿Por qué resulta tan interesante para la ciencia?
Este mes de septiembre, llegarán las primeras muestras de un asteroide para ser estudiadas en la Tierra. Se trata de Bennu, el objetivo de una nave llamada OSIRIS-Rex que la NASA lanzó en 2020.
Después de entregar las muestras recogidas en Bennu, la nave se embarcará en una misión extendida a otro asteroide que el Grupo de Evaluación de Cuerpos Pequeños (SBAG) de la NASA quiere ver de cerca: Apophis.
La agencia espacial pretende alcanzar este asteroide antes de su aproximación a la Tierra, que se producirá en 2029. Apophis pasará a tan solo 32.000 kilómetros de nuestro planeta el 13 de abril de ese año, una distancia que en términos astronómicos no es nada.
Apophis pasará a una distancia similar a la que orbitan los satélites geosincrónicos (o geoestacionarios), que realizan órbitas sobre la línea del ecuador terrestre a la misma velocidad que lo hace la Tierra, permaneciendo estacionarios y sirviéndose de la fuerza de atracción de la Tierra.
A modo de comparación, esta distancia es diez veces inferior a la que separa la Luna de la Tierra. Es posible incluso que se haga visible a simple vista en abril de 2029. Por ello, los astrónomos de todo el mundo estarán muy pendientes de su acercamiento.
El objetivo de la misión de la misión a Apophis será el de cuantificar y comprender en tiempo real las consecuencias de las mareas planetarias en la evolución de los asteroides y obtener información importante sobre la estructura interior de Apophis.
Con motivo de la aproximación de Apophis, la SBAG quiere declarar el 2029 como el Año Internacional de la Defensa Planetaria, a la que dedica cada vez más esfuerzos. Recientemente, de hecho, terminó con éxito la primera prueba de “redireccionamiento de asteroides” llamada DART, mediante la cual la NASA probó su tecnología para desviar un pequeño asteroide llamado Dimorphos de su órbita alrededor de un asteroide mayor, Didymos.
Apophis tiene un diámetro estimado de 340 metros. Cuando los astrónomos lo observaron por primera vez en 2004, asteroide causó mucha inquietud por su acercamiento en 2029 y por la posibilidad de que impactase más adelante, en el año 2068.
Con el tiempo, se han realizado nuevas observaciones que descartan esta posibilidad, pero sigue habiendo mucha intriga, y el asteroide ha sido catalogado como “objeto cercano la Tierra”, o NEO, por sus siglas en inglés.