Estar de vacaciones y ver a diferentes personas sacarse selfis se ha convertido en una estampa veraniega muy común. Ya sea en solitario o en pareja, todos van en busca de la imagen perfecta. Así lo refleja una revista americana de psicología donde se concluye que se dedican tres horas y media en hacer autorretratos en los periodos vacacionales. Pero ojo con esto, porque nos puede pasar factura si las subimos a las redes sociales.
Algunos lo describen como simple postureo. Otros, como una pequeña inversión para tener recuerdos en el futuro. Pero en lo que todos sí están de acuerdo es en el auge del selfie como pasatiempo del verano.
La tecnología ya forma parte de nuestra rutina por las ventajas que ofrece. Una de ellas, las fotografías. Resulta tan sencillo hacer instantáneas- y eliminarlas- que nos parece un gesto muy cotidiano. En viajes, cumpleaños, eventos o simplemente en casa se intenta conseguir la foto perfecta con el objetivo de guardar recuerdos. Una forma de revivir esos instantes en el futuro que ya ha cambiado nuestra forma de vivir las vacaciones.
Aunque las redes sociales también han ayudado en el aumento de los selfis, sobre todo entre los jóvenes. Con el objetivo de mostrar una vida impecable, muchos se vuelcan en tener la mejor sonrisa y perspectiva para hacer ver una realidad idílica que no siempre muestra la verdad.