Un resplandor rojo iluminó el cielo de California la semana pasada causando confusión. Lo que parecía una aurora boreal se trató realmente del lanzamiento de un cohete SpaceX que abrió un agujero en la ionosfera de la Tierra. No es algo que deba preocuparnos por ahora, pero podría hacerlo en unos años.
La ionosfera de la Tierra se superpone a la parte superior de la atmósfera y se encuentra en el borde del espacio. Los rayos solares hacen que esté llena de partículas cargadas llamadas iones.
Las imágenes corresponden al lanzamiento el 19 de julio de un cohete Falcon 9 desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California.
Este cohete se está utilizando para el lanzamiento, la puesta en órbita y la recuperación de naves espaciales, así como para enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional. En total, ha realizado 240 lanzamientos y 198 aterrizajes.
Varios científicos han analizado las fotos del resplandor rojo parecido a una aurora y han confirmado que se trata en realidad del efecto del cohete en la ionosfera. Tampoco ha pillado por sorpresa a nadie: "Este es un fenómeno bien estudiado cuando los cohetes están quemando sus motores entre 200 y 300 km sobre la superficie de la Tierra", ha dicho Jeff Baumgardner de la Universidad de Boston a spaceweather.com.
Las imágenes "muestran el motor de la segunda etapa ardiendo a 286 km cerca del pico de la región F para esa hora del día. Por lo tanto, es muy posible que se haya hecho un 'agujero' ionosférico", añade.
La región F o capa de Appleton es una región de la ionosfera que contiene mayor concentración de electrones e iones libres en la atmósfera.
Los lanzamientos de cohetes que, como este, dejan su huella en la ionosfera, pueden tener impactos en los sistemas de GPS, por ejemplo.