El equipo de Ciencia y Tecnología del Hormigón de la Universidad Politécnica de Valencia han realizado un ensayo inédito, probar una técnica revolucionaria de la construcción.
Para ello van a eliminar tres columnas de sustentación de un edificio probeta y lo van a someter a una carga extrema, que en situaciones normales lo derrumbaría en su totalidad, una prueba de unas dimensiones enormes.
La clave de su propuesta consiste en segmentar el edificio mediante fusibles estructurales para que el desplome lo sufra sólo una parte de la construcción. De esta manera, ante una gran explosión, un atentado o un desastre natural, se podrían salvar muchas vidas. Cinco cámaras y varios drones graban el desplome tras retirar las columnas.
Evidentemente parte de la estructura se viene abajo, tal y como preveían los científicos, pero otra parte permanece en pie, como se puede observar con claridad en una imagen aérea, con un claro objetivo.
La prueba ha sido todo un éxito mundial, un proyecto que dio sus primeros pasos en el año 2017 gracias a una Beca Leonardo de la Fundación BBVA.