En la playa de la Barceloneta habita desde hace unos años un tipo de animal submarino, conocido como gorgonia, que ayuda a mantener y a incrementar la fauna marina. Un fondo marino que, por cierto, también es horizonte del turismo.
Fue un hallazgo casual, y también sorprendente, dadas las características del lugar. Ahora, un proyecto europeo trabaja en su preservación y su crecimiento. Por otra parte, un grupo de investigadores descubrió que los peces ultranegros absorben el 99,5% de la luz que reciben.
Los expertos todavía se preguntan cómo pueden sobrevivir en esta zona las gorgonias, unos octocorales muy preciados que se encontraron de forma fortuita hace unos años. La imagen parece un lugar remoto del Caribe, pero es la capital catalana.
Janire Salazar, bióloga marina del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), señala que "sabemos que hay una serie de impactos asociados en los entornos urbanos", lo cual llama la atención "encontrarnos unas gorgonias en tan buen estado".
Los beneficios de estos -aunque no lo parezcan- animales son varios: gracias a su estructura, permiten a otras especies esconderse de sus depredadores y también poner huevos.
Josep María Gili, investigador de Biología Marina y Oceanografía del ICM-CSIC, puntualiza que "cuantas más haya y más densas sean, más fauna habrá asociada. Por lo tanto, ayudan a conservar y a repuntar la biodiversidad".
Científicos y voluntarios se sumergen en el agua en su búsqueda. La misión, recoger datos y muestras de este animal submarino que sorprende a todo el mundo.
Mireia Montasell, bióloga de la Federación Catalana de Actividades Subacuáticas (FECDAS), asegura que "cuando enseñamos una foto de lo que hay en nuestros mares y, sobre todo, les dices, es que esto está aquí, la gente se te queda mirando con una cara que te dice que ni se lo imaginaba".
Del mar al laboratorio, donde se cuidan para que crezcan y se reproduzcan. "Las mantenemos bien, las sobrealimentamos y las dejamos bien preparadas para volver al sitio", añade Gili.
Gracias al proyecto 'Gorgonia Barcelona', la capital catalana se ha convertido en la primera ciudad del Mediterráneo que reforesta su fondo marino.