La lluvia de meteoros de las Eta acuáridas que originan los restos del famoso cometa Halley está al caer. Todos los años por estas fechas, la Tierra pasa por una región de su órbita plagada de los fragmentos que la roca desprende en su viaje alrededor del Sol, que impactan en la atmósfera y causan estrellas fugaces. ¡No te lo pierdas! Te contamos cuándo ver su máxima actividad.
Las Eta acuáridas están asociadas con el cometa Halley, al igual que la lluvia de meteroros de las Oriónidas, que tiene lugar en octubre. Tienen una tasa de actividad de entre 40 y 85 meteoros por hora y una velocidad bastante alta, unos 66 kilómetros por segundo.
El 2023 será un mal año para la observación de las Eta acuáridas, puesto que su máximo se producirá un día después de la luna llena (el plenilunio tendrá lugar el 5 de mayo).
La máxima actividad de la lluvia se espera que tenga lugar entre el 6 y el 7 de mayo. La casi coincidencia del máximo con la luna llena hará difícil la observación de los meteoros, explican desde el Observatorio Astronómico Nacional del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
Los meteoros de las Eta acuáridas son fragmentos del famoso cometa Halley, que orbita alrededor del Sol cada 76 años y fue visto desde la Tierra por última vez en 1986.
Como todos los años por estas fechas, la Tierra atraviesa un anillo poblado con los fragmentos desprendidos del cometa Halley. Cuando uno de esos fragmentos (o meteoroides) entra en contacto con la atmósfera terrestre, se calcina por la fricción con el aire creando así el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz
La correspondiente lluvia de meteoros parece tener un único centro de origen, un punto del que parecen surgir todas las estrellas fugaces. Ese punto se denomina "radiante" y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. Así pues, las Eta acuáridas tienen su radiante en la estrella eta de la constelación de Acuario.
El lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión.
Aunque las Eta acuáridas parecen venir de la constelación de Acuario (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza cuando esta esté presente.
Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.