El poder de los rayos X ha permitido descubrir qué comía una criatura prehistórica que llegó a medir dos metros y medio de largo. El estómago fosilizado de un pequeño reptil marino, un plesiosaurio apodado 'Eric' que vivió en aguas australianas durante la época de los dinosaurios, ha revelado qué fue lo último que ingirió antes de morir.
Un equipo de científicos de The Australian National University (ANU) y el Australian Museum Research Institute (AMRI) ha usado micro-tomografías computarizadas para mirar dentro de los restos del estómago fosilizado de 'Eric', bautizado así por una canción del grupo de comedia Monty Python.
Los investigadores pudieron encontrar 17 vértebras de pescado no descritas anteriormente dentro del intestino de Eric, lo que confirma que la dieta del plesiosaurio consistía principalmente en pescado.
Los hallazgos podrían ayudar a los científicos a aprender más sobre la historia evolutiva de organismos extintos como Eric, así como ayudar a predecir cómo podría ser el futuro de nuestra vida marina. Según los investigadores, el estudio demuestra el potencial del uso de rayos X para reconstruir las dietas de otros organismos extintos que habitaron la Tierra hace cientos de millones de años.
"Estudios anteriores examinaron la superficie exterior del esqueleto opalizado de Eric para encontrar pistas", dice en un comunicado el investigador Joshua White, de la Escuela de Investigación de Física de la ANU y el AMRI.
"Pero este enfoque puede ser difícil y limitante, ya que es raro encontrar contenido estomacal fosilizado y puede haber más escondido debajo de la superficie que sería casi imposible de ver para los paleontólogos sin destruir el fósil".
"Creemos que nuestro estudio es el primero en Australia en utilizar rayos X para estudiar el contenido intestinal de un reptil marino prehistórico. Nuestra investigación empleó rayos X muy potentes para ayudarnos a ver el contenido del estómago del animal con detalles nunca antes vistos, incluido el hallazgo de espinas de pescado en su intestino”, dice White.
"El beneficio de usar rayos X para estudiar estos animales prehistóricos es que no daña el fósil, lo cual es increíblemente importante cuando se trata de especímenes valiosos y delicados como Eric".
"Eric era un depredador de nivel medio, algo así como el equivalente de un león marino, que comía peces pequeños y probablemente era presa de depredadores más grandes", señala White.
"También tenemos suerte en el sentido de que Eric es uno de los esqueletos de vértebras opalizadas más completos de Australia. El fósil está completo en aproximadamente un 93 por ciento, lo que es prácticamente desconocido en cualquier registro fósil".
"Prácticamente no hay otro lugar aparte de Australia que pueda obtener fósiles de vértebras opalizadas", explica.
Los científicos de ANU dicen que aprender más sobre la dieta de los organismos extintos es un paso importante para comprender su pasado evolutivo, pero también puede ayudarnos a comprender cómo los animales que viven hoy en día podrían verse afectados por cosas como el cambio climático.
"A medida que cambian los entornos, también lo hace la dieta de un reptil marino y la comprensión de estos cambios se puede utilizar para ayudar a predecir cómo los animales de hoy responderán a los desafíos climáticos actuales y emergentes", dice White.
"Si hay algún cambio en la dieta de un animal, queremos ver por qué ocurrió este cambio y, en cierta medida, podemos compararlo con los animales modernos, como los delfines o las ballenas, y tratar de predecir cómo podrían cambiar sus dietas debido al cambio climático y por qué".