La misión Starship de Space X no se ha desarrollado este jueves como estaba previsto. El cohete ha despegado, pero tras cuatro minutos de vuelo, ha explotado. Para el fundador de la compañía, Elon Musk, lo ocurrido ha servido de aprendizaje para afrontar la tercera prueba, que se llevará a cabo "en unos meses". El equipo ya había intentado el lanzamiento hace unos días, pero se canceló por una válvula congelada. Hoy el objetivo se ha conseguido a medias.
Hay optimismo, pese a todo. El presupuesto para el también fundador de Tesla y CEO de Twitter no es ahora mismo una preocupación: tiene entre ceja y ceja conseguir el método perfecto para llegar a la Luna y Marte. Y es que Starship forma parte de la gama de naves y cohetes de las que dispone Space X. Es la joya de la corona, por así decirlo. La NASA también va a colaborar. La nave formará parte del programa Artemisa, pues ha sido el vehículo elegido por la agencia estadounidense para que sus astronautas lleguen a la superficie lunar a partir de 2025.
Para que la población entre en contexto, la misión Starship está formada por la nave espacial (Starship) y el cohete superpesado (Super Heavy), el cual se separa y cae al mar durante el vuelo. Según explica Space X, se trata de un "sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para llevar tanto a la tripulación como a la carga a la órbita terrestre, ayudar a la humanidad a regresar a la Luna y viajar a Marte y más allá". La compañía afirma que con estas pruebas, "el éxito" se mide por cuánto pueden aprender, lo que les ayudará a mejorar la probabilidad de éxito en el futuro a medida que trabajan en el desarrollo.
Al ser totalmente reutilizable, las piezas se pueden volver a usar en otros lanzamientos, lo que ahorra gastos en este tipo de misiones. Elon Musk no ha dado una cifra concreta sobre los costes actuales de la misión Starship. Eso sí, dijo que "los lanzamientos costarán menos de 10 millones de dólares dentro de dos o tres años", recogen fuentes como 'Business Insider'. Sin embargo, el director de investigación de la organización sin ánimo de lucro Eurospace, Pierre Lionnet, afirmó en este sentido que el precio de lanzamiento robablemente será más alto debido al coste de desarrollo del cohete.
Muchos se preguntan cuánto ha podido perder el magnate estadounidense con este lanzamiento de Starship. Algunos informes recogen que el lanzamiento del cohete Falcon 9 de SpaceX actualmente cuesta unos 62 millones de dólares. Al ser la misión de este jueves de un mayor presupuesto, ha marcado un récord histórico, se presupone que el lanzamiento de Starship ha acarreado una mayor inversión.
Son horas de tensión para Elon Musk. Tras semanas de polémica con su gestión de Twitter, el intento fallido de Starship de el pasado día 18 y el 'medio' triunfo de esta jornada, sumado a la caída de Tesla en los últimos días, el empresario nacido en Pretoria (Sudáfrica) atraviesa dificultades. Su empresa de vehículos ha perdido en la Bolsa de valores un 7% de su valor desde la apertura, que ya arrastraba una fuerte caída de un 8% en la sesión anterior, tras su caída de beneficios en los resultados presentados un día antes. La compañía ha abierto en la Bolsa con un valor de 180,9 dólares por acción y en pocos minutos se elevó hasta 187 con el despegue exitoso y descendió hasta 166 repentinamente con la explosión del cohete.
El equipo de SpaceX, mientras, sigue trabajando. Hasta la fecha ha completado múltiples pruebas de vuelo suborbital de la etapa superior de Starship desde Starbase, "demostrando con éxito un enfoque sin precedentes para el vuelo controlado", apuntan desde la propia compañía. Estas pruebas de vuelo ayudaron a validar el diseño del vehículo, demostrando que Starship "puede volar a través de la fase subsónica de entrada antes de volver a encender sus motores y cambiar a una configuración vertical para aterrizar".
En esta ocasión, antes de producirse la explosión, el equipo no tenía previsto un aterrizaje vertical. El cohete, el más grande jamás construido, tenía que despegar y realizar un recorrido a lo largo de la Tierra de unos 90 minutos, una vuelta casi completa al planeta, antes de aterrizar en el Océano Pacífico, en un punto cercano a Hawai. La primera fase del cohete se separaría de la nave a los pocos minutos del lanzamiento para realizar la maniobra de regreso y reentrada con el objetivo de aterrizar de forma controlada. Sin embargo, el plan no se ha podido llevar a cabo. Habrá que esperar a un tercer intento.
Starship podrá transportar hasta 100 personas en vuelos interplanetarios de larga duración. La nave también ayudará a habilitar la entrega de satélites, el desarrollo de una base lunar y el transporte de un punto a otro punto en la Tierra en apenas una hora. Starship, además, dispone de recarga en órbita: a través de vehículos cisterna, la nave espacial se recarga en órbita terrestre baja antes de partir a destinos como Marte. La recarga en órbita permite el transporte de hasta 100 toneladas hasta el planeta rojo. Si el buque tanque llega a tener una alta capacidad de reutilización, el coste principal será solo el del oxígeno y el metano, que es extremadamente bajo.
Esta es la composición del Starship: