Por primera vez, unos científicos han conseguido acceder al interior de una de las grietas del glaciar Thwaites de la Antártida Occidental, conocido como el 'glaciar del fin del mundo', para analizar cómo está siendo su deshielo. Lo han conseguido gracias a un robot que ha grabado uno de los puntos más críticos.
Todo un viaje al lugar donde habitan los gigantes blancos del continente antártico. Hay preocupación por el glaciar más vulnerable del planeta y sus grietas en superficie. Las heridas aumentan las sospechas de los científicos, que creen que también se registran fracturas en su línea de anclaje en el lecho rocoso.
Los especialistas perforaron un pozo de 600 metros para enviar un robot torpedo -una especie de bola de cristal- que ha mostrado imágenes inéditas: los documentos recopilados certifican que lo que hay debajo de todo el hielo son problemas.
"Al derretirse las capas internas, que era lo que no se esperaba que pudiera estar ocurriendo, va generando oquedades por donde el agua, poco a poco, va erosionando y al final puede producir un colapso", explica José Tena, catedrático de Ciencias del Mar de la Universidad Católica de Valencia (UCV).
Con el tamaño de Florida, el glaciar Thwaites, es conocido como el 'glaciar del fin del mundo' por una buena razón. "Este agua que está sobre continente que al final se liberaría al mar puede ser algo realmete dramático para algunas zonas costeras", agrega Tena. Será parecido al efecto de descorchar una botella, una reacción en cadena que elevará el nivel del mar 65 centímetros primero hasta alcanzar los tres metros a finales de siglo.