Algunas grabaciones momentos previos al primer terremoto que golpeó este lunes Turquía y Siria muestran un comportamiento extraño en las aves. No es la primera vez que se insinúa que los animales pueden sentir cuando un sismo está a punto de ocurrir. Algunas investigaciones han profundizado en ello con anterioridad.
Nadie puede predecir con certeza cuándo y dónde ocurrirá un terremoto. Pero testigos presenciales del terremoto de Turquía captaron estas imágenes de bandadas de aves que vuelan de manera caótica a alturas muy bajas, algo totalmente inusual, lo cual sugiere que vieron venir el temblor. Es algo que ya se ha comentado con otros animales en eventos sísmicos anteriores.
Una investigación llevada a cabo en una zona de Italia propensa a los terremotos demostró que los animales estaban inusualmente inquietos en las horas previas a los terremotos. Cuanto más cerca estaban los animales del epicentro del inminente terremoto, antes empezaban a comportarse de forma inusual.
Otro estudio llevado a cabo por la Sociedad Sismológica de América revisó 180 publicaciones sobre el comportamiento anormal de los animales antes de los terremotos, pero en su caso la mayoría de los informes eran anecdóticos y se realizaron después del terremoto, lo que los hace vulnerables al "sesgo de memoria".
Desde el Servicio Geológico de Estados Unidos aseguran que existen informes que registran el raro comportamiento de peces, aves, reptiles e insectos antes de un terremoto, así como de ratas, comadrejas, serpientes y ciempiés antes de un terremoto, así como de que dejan sus hogares. Pero reconocen que la evidencia no es fiable a faltar de estudios.
"Algunos investigadores han teorizado que ciertas criaturas pueden detectar señales que los humanos no pueden, como una sutil inclinación del suelo, cambios en las aguas subterráneas o variaciones en los campos eléctricos o magnéticos", alega un artículo de 'Smithsonian'.
Entre estos investigadores se encuentra Friedemann Freund, un científico del Instituto SETI. En 2015 publicó un trabajo en el que constataba que los animales en el Parque Nacional Yanachaga de Perú desaparecieron las semanas previas a un terremoto de magnitud 7 ocurrido en 2011.
Otro científico que cree que los animales pueden ser pronosticadores de terremotos es Kenton Kerns, biólogo del Zoológico Nacional del Instituto Smithsoniano, que asegura que algunos animales del zoo armaron un alboroto antes del terremoto de magnitud 5,8 que sacudió el área de Washington DC en 2011.
Quizá te suene el pez remo, también llamado pez sable, o pez del “fin del mundo”. Según la mitología japonesa, esta especie que mide más de 10 metros de largo y nada en aguas muy, muy profundas (de hasta 1.000 metros), el animal solo aparece en la superficie cuando está enfermo, a punto de morir o cuando se avecina un desastre natural.
Algunos investigadores teorizan que podría sentir cambios en su hábitat como sismos menores que anticipan uno mayor o una alteración en la concentración de ciertos gases o sustancias. Al nadar en aguas muy profundas, serían muy sensibles a los pequeños movimientos de fallas activas, lo cual los haría mostrar este comportamiento extraño.
El pez precedió el mayor terremoto de la historia de Japón, de magnitud 9 en la escala de Richter, en la región de Tohoku, que después desencadenó el desastre de Fukushima.
Otro evento que consagra su fama como pez del fin del mundo es su aparición en las costas de Cozumel 13 días antes de sismo de magnitud 7,5 que golpeó esta zona de México en 2020.