¿Estamos solos en el universo? Es una de las grandes incógnitas que los astrónomos se esfuerzan por responder, y la inteligencia artificial podría agilizar la búsqueda de señales de vida extraterrestre gracias a un nuevo algoritmo.
Investigadores de la Universidad de Toronto se han propuesto muy seriamente encontrar vida extraterrestre, si es que la hay. Para ello, han desarrollado un nuevo algoritmo que clasifica los datos de sus enormes telescopios en categorías, de manera que distingue entre señales reales e interferencias, lo cual ha permitido encontrar patrones. Esto se conoce como aprendizaje automático.
Para localizar vida inteligente en el universo, los científicos buscan “tecnofirmas”, es decir, señales generadas tecnológicamente.
Desde la década de 1960, los astrónomos que trabajan en "SETI" (Búsqueda de inteligencia extraterrestre) han utilizado potentes radiotelescopios para buscar estas firmas tecnológicas en miles de estrellas y cientos de galaxias.
El principal desafío desde entonces ha sido rechazar la interferencia de radiofrecuencia humana. “Necesitamos distinguir las emocionantes señales de radio en el espacio de las señales de radio sin interés de la Tierra”, como teléfonos celulares y estaciones de televisión, dice en un comunicado Peter Ma, investigador de la Universidad de Toronto y autor del estudio.
Los resultados de la investigación se acaban de publicar en Nature Astronomy.
El equipo dirigido por este investigador ha entrenado sus herramientas de aprendizaje automático para distinguir estas señales con la inteligencia artificial. El resultado: se han detectado ocho señales de radio provenientes de cinco estrellas diferentes, ubicadas entre 30 y 90 años luz de distancia de la Tierra.
Pero las ocho señales no tienen por qué haber sido enviadas por extraterrestres. A veces una señal está presente cuando miramos una estrella y no lo está cuando miramos en otra dirección, lo cual quiere decir que probablemente sea una señal real, puesto que la interferencia local generalmente siempre está presente, aunque apartemos la mirada de la estrella.
No obstante, cuando se tiene un conjunto de datos con millones de señales, ocasionalmente las señales pueden tener las dos características que explica anteriormente, solo por pura casualidad.
Hasta el momento, las observaciones de seguimiento del radiotelescopio de Green Bank no han encontrado los patrones que indican señales extraterrestres, pero se están realizando más observaciones y análisis.
“Con nuestra nueva técnica, combinada con la próxima generación de telescopios, esperamos que el aprendizaje automático pueda llevarnos de buscar cientos de estrellas a buscar millones”, concluye Ma.