Alba González, la ingeniera que diseña implantes óseos personalizados: "La ciencia ficción ya es ciencia"
Ha ganado el Premio Nacional de Diseño 2022 por sus innovadoras prótesis biomecánicas de las que se benefician hospitales españoles e internacionales
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Alba González Álvarez (Burgos, 1988) siempre quiso ser ingeniera y médica y, como no encontró ninguna carrera que uniera sus dos pasiones, se diseñó una a medida. "Cuando llegué a la Universidad aún no existía la Ingeniería Biomédica en España, así que estudié Ingeniería Industrial y Diseño Industrial, y me fui a hacer el doctorado en Ingeniería Biomédica al Reino Unido".
Diseñó su futuro profesional con el mismo espíritu, la personalización, que diseña sus revolucionarios implantes. Unas prótesis óseas biomecánicas por las que ha recibido el Premio Nacional de Diseño e Innovación 2022 y que se utilizan en hospitales españoles e internacionales.
"Siempre quise que mi trabajo tuviera un impacto en la vida de las personas y aunando mis dos vocaciones lo estoy consiguiendo", dice con orgullo a NIUS. Tras trabajar seis años en un hospital y en una empresa británica desarrollando implantes para casos muy severos, volvió a España hace dos para liderar un proyecto europeo Marie Curie CONEX-Plus en la Universidad Carlos III de Madrid que le está permitiendo llevar a cabo su sueño.
Pregunta. ¿En qué consiste exactamente tu trabajo?
Respuesta. En desarrollar soluciones personalizadas de implantes e instrumentación quirúrgica a medida para casos clínicos complejos de reconstrucciones óseas. Es decir, cuando un paciente necesita cirugía para reconstruir un defecto muy complejo le diseñamos un implante a medida, acorde a sus necesidades quirúrgicas, biomecánicas y biológicas, y lo hacemos en colaboración con el equipo clínico y con empresas.
P. ¿Cuánto tardáis en hacer una de vuestras prótesis?
R. Pues depende de la urgencia del caso y de la complejidad del implante, pero suelen ser algunas semanas. Partimos del TAC del paciente o de la resonancia del paciente y sobre esas imágenes radiológicas creamos modelos virtuales en 3D de la anatomía que tenemos que reconstruir. Nos sentamos con el equipo clínico y analizamos cuál es la mejor estrategia quirúrgica para ese paciente y diseñamos en 3D las soluciones de implantes e instrumentación para alcanzar la solución óptima que necesita el paciente.
Luego, imprimimos en 3D los productos que hemos diseñado: los implantes, en metales bio compatibles, como el titanio biomédico, y la instrumentación quirúrgica y los modelos anatómicos, en plásticos o resinas bio compatibles. O sea, dependiendo del producto, utilizamos un biomaterial u otro. Finalmente todo se esteriliza y se lleva a quirófano.
Son implantes diseñados a medida para el paciente y que le dan una opción a personas que no tenían ninguna alternativa
P. Para cambiarle la vida a mejor a muchas personas...
R. Ese es el objetivo, ofrecer una solución terapéutica a pacientes que no tienen solución. Tratamos defectos tan complejos que no se pueden operar con implantes estándares que existen en el mercado, pero creando una solución personalizada sí lo conseguimos. Son implantes únicos, diseñados específicamente para el paciente y que le dan una opción a personas que no tenían ninguna alternativa. Es muy gratificante.
P. ¿Cuál ha sido el más difícil que has hecho o el que más te ha tocado el corazón?
R. Los que más me han tocado el corazón han sido los implantes que hemos desarrollado en niños. Por ejemplo, me viene a la cabeza un implante de un húmero que diseñamos para un bebé que tenía un tumor enorme en el brazo. Era un bebé de 18 meses. Conseguimos desarrollar un húmero con un mecanismo de elongación para que el implante fuera creciendo según el niño fuera creciendo. Es una sensación muy especial cuando sabes que está ayudando a pacientes tan pequeños.
P. ¿Tienes contacto con las familias de los pacientes o eso está solo reservado a los médicos?
R. No, normalmente no. Y la verdad es que es una pena porque he diseñado cientos de implantes que se han insertado en pacientes, pero bueno, los médicos nos informan a veces, depende de la relación que se tenga con el hospital, cuando es cercana, sí; cuando son casos clínicos muy especiales, sí. Pero en otras ocasiones no, y también tiene su parte positiva no saber después del paciente porque eso sifnifica que el implante le ha funcionado y no te necesita más.
P. ¿Son implantes que se utilizan solo en la sanidad privada o también en la pública?
R. Se hacen también para la pública. Es cierto que los implantes a medida, a día de hoy, especialmente en España, siguen siendo un servicio exclusivo para muy pocos pacientes, un servicio de innovación, aunque a veces es por el desconocimiento que existe. Pero cuando está justificado el caso, la sanidad pública sí que invierte en este tipo de implantes. Lo que pasa es que no se hacen muchos aún lamentablemente.
Mi objetivo es democratizar los implantes a medida, que todo aquel que necesite uno, independientemente de su nivel adquisitivo, tenga acceso a ello
P. Eso es lo que pretendes cambiar tú...
R. Sí, uno de mis objetivos profesionales es dar visibilidad a este trabajo, que todos sepamos que existe la posibilidad de tener un tratamiento personalizado y democratizar el uso de los implantes a medida.
Estoy trabajando para que todo el mundo que necesite uno, independientemente de en qué hospital esté tratado o de su poder adquisitivo, tenga acceso a ello, y que proyectos como el mío, que a día de hoy están dentro de I+D+I ( Investigación, Desarrollo e innovación tecnológica), estén incorporados en la práctica clínica habitual de nuestro sistema de salud.
P. En otros países, como Reino Unido, donde has trabajado en este sector ¿esta técnica está más democratizada que en España?.
R. Algo más, pero sigue siendo un tema de innovación. Por fortuna ya estamos demostrando y hemos publicado los beneficios de estos implantes, y se están utilizando cada vez más en la práctica clínica, pero no llegan al punto de ser una práctica habitual y no están democratizados, por supuesto, allí tampoco.
P. ¿Es por el precio?¿Son este tipo de implantes mucho más caros?
R. A ver, son más caros que un implante estándar, obviamente, pero estamos trabajando mucho para abaratar los procesos y conseguir que estén disponibles a mejores precios. Cuando diseñas un implante a medida estás poniendo muchos recursos en un solo caso clínico y estás involucrando a cirujanos, a ingenieros, a empresas... es inevitable que sean más caros, pero a la larga compensan, porque proporcionan muchos beneficios. Suponen menos intervenciones, menos complicaciones, menos tiempo de quirófano, porque al ir con una planificación hecha a quirófano y con la instrumentación específica se reduce el tiempo de la intervención, se obtienen soluciones más precisas... En definitiva yo estoy convencida de que se amortiza el precio del implante.
P. ¿Crees que llegará un día en el que sea imprescindible la presencia de un ingeniero biomédico en los hospitales, como ahora lo es la de un médico o un enfermero?
R. Estoy segura de ello. De hecho en Reino Unido estuve diseñando implantes a medida con impresión 3D en uno de los primeros hospitales del mundo que ha creado el puesto de trabajo de ingeniero biomédico dentro de la plantilla del hospital. En España no se ha llegado ahí todavía, pero sí que se están creando algunas unidades de impresión 3D, sobre todo para hacer modelos anatómicos. Incorporar la figura del ingeniero biomédico es solo cuestión de tiempo. Estoy segura de que el día de mañana los ingenieros biomédicos van a estar por sistema en los hospitales, porque la medicina del futuro es una medicina personalizada y digitalizada y esto va a venir en gran medida de la ingeniería aplicada al sector de la salud.
Yo soy una gran defensora de la colaboración ingeniero- médico como motor del cambio de paradigma en el tratamiento de los pacientes. Confío en que el día de mañana habrá ingenieros biomédicos en los hospitales trabajando en plantilla, porque esta ciencia ficción de la que tanto se ha hablado se está convirtiendo en ciencia. Ya hemos demostrado los beneficios de la inteligencia artificial, de la impresión 3D, de la realidad aumentada... Y las instituciones sanitarias tienen que adaptarse a esta transformación digital porque el más benefeciado va a ser el paciente.
En un futuro fabricaremos estructuras de materiales biológicos que combinen células y biomateriales y que replicarán tejidos como los de los órganos
P. ¿Qué crees que se podrá fabricar algún día en 3D que ahora nos parece eso, ciencia ficción?
R. Pues yo creo que llegaremos a poder fabricar tejido con características similares a la anatomía que vamos a reemplazar. Los implantes que hago yo ahora son mayoritariamente óseos, de tejido duro, pero también seremos capaces de reconstruir tejido blando. Y esto es gracias a los avances en biomateriales, en biología, en impresión 3D... Mejoraremos la integración y la aceptación de los implantes y conseguiremos la reparación y la regeneración de tejidos. Y fabricaremos estructuras de materiales biológicos que combinan células y biomateriales y que replicarán tejidos como los de los órganos. Y conseguiremos que el cuerpo los acepte bien, que no haya rechazo.
P. ¿Hablas de fabricar un pulmón, un corazón en 3D?
R. Sí, se está investigando ya en ello, lo que pasa es que el cuerpo humano aún no está preparado para aceptar este tipo de implantes, pero se conseguirá con el tiempo y seremos más longevos y viviremos mejor.
P. ¿Es el futuro de la biomedicina?
R. Sí. La tecnología está transformando y reinventando el sector de la salud a pasos agigantados.
P. Tu proyecto con la Carlos III acaba en un año. ¿Crees que este premio te puede servir para conseguir nueva financiación que te permita seguir investigando?
R. Sí, el premio es fundamental para dar visibilidad al proyecto, para dar visibilidad a mi trabajo. Espero que me sirva de trampolín para poder implementar la medicina personalizada a más y más pacientes y en más y más hospitales. Ya te he comentado antes que mi objetivo profesional es lograr la democratización de los implantes a medida y la medicina personalizada.
P. ¿Cómo te comunicaron que habías ganado este prestigioso premio?
R. Fue increíble. Sonó el teléfono y vi que me llamaba un número muy largo, lo cogí y era la mismísima ministra de Ciencia e Innovación, doña Diana Morant, que me llamaba para comunicármelo en persona. Yo no paraba de decir "ay, que honor, que honor, que honor y ella me contestó que el honor era de este país por tener a una profesional como yo. Así que imagínate, una emoción inmensa. En cuanto colgué llamé a mi familia y luego lo compartí con el resto del equipo. Un momento inolvidable. Y aún queda la entrega del premio en la ceremonia que presidirán los Reyes a principios de año. Me pellizco y aún así no me lo creo.
P. Tienes solo 34 años y ya eres un referente para las niñas que sueñan con ser científicas
R. Bueno, quién soy yo cuando tenemos a Margarita Salas, a Mari Curie y a otras muchas que son referentes para mi, pero sí es cierto que los referentes son necesarios, porque solo el 30% de las personas investigadoras somos mujeres, y el talento existe por igual en niños y niñas, por lo tanto nos estamos perdiendo un gran potencial femenino que hay que trabajar desde la infancia.
Yo participo en programas de mentoría para niñas en la ciencia y carreras STEM porque estoy convencida de que si se les da a conocer la importancia de la ciencia y de la tecnología en la sociedad, y si conocen de cerca a mujeres científicas y tecnólogas pueden llegar a sentirse inspiradas, querer ser como ellas, como yo y otras muchas que nos dedicamos a esto, y animarse a estudiar carreras científicas.
P. Más allá del género, ¿cuál crees que es el problema fundamental para la huida de talento científico de España?
R. El problema es que la ciencia en España no está del todo valorada. Es sinónimo de mucha burocracia y de precariedad. Es comprensible que la gente se marche porque tienen mejores oportunidades fuera. Yo me volví a España por motivos personales sabiendo que mi proyección profesional se podría resentir aquí.
P. Pero no fue así... ¿la clave de tu éxito?
R. Uf, ser muy pesada jajaja. Conseguí financiación presentando una y otra vez mis proyectos a muchas convocatorias. ¿El secreto? la resiliencia, la persistencia, el trabajo y el amor por lo que hago.