En las regiones del mundo dentro del Círculo Polar Ártico, en países del norte de Europa como Noruega, Finlandia, así como en Canadá o Rusia, en noviembre se produce la última puesta de sol en meses. Así, estas zonas frías del mundo se sumergen en un periodo de tinieblas que supone, entre otras cosas, una oportunidad de oro para ver auroras boreales. ¿Qué es la noche polar?
A pesar de conocerse como “la noche polar”, este periodo de oscuridad dura alrededor de dos meses en algunas regiones del planeta. Aunque tanto tiempo sin ver la luz sol puede parecer deprimente y decadente a primera vista, lo cierto es que tiene su encanto y es incluso una época atrayente para el turismo.
En Utqiagvik, anteriormente conocida como Barrow, la ciudad más septentrional de los Estados Unidos que se encuentra en Alaska, la noche polar dura 67 días con sus 67 noches, aunque no hay mucha diferencia entre ambos.
Una tenue y vibrante luz azul invade todo durante este periodo, dando un toque mágico a la zona que enamora a residentes y visitantes. El sol se coloca justo debajo del horizonte, dejándose intuir pero sin llegar a verse en ningún momento, por lo que parte de su luz se dispersa por la atmósfera terrestre.
Eso sí, las temperaturas oscilan entre los -20 y los -30 grados Centígrados aproximadamente en diciembre y enero, en los que la lluvia ni siquiera aparece por el frío extremo que se impone en la ciudad. Tan solo la nieve cae del cielo durante estos meses sombríos.
Debido a la inclinación de la Tierra sobre su eje, dependiendo de dónde se encuentren, las regiones del hemisferio norte pueden permanecer de espaldas al sol durante días, semanas o, en el caso de las regiones en latitudes más elevadas, meses seguidos, según AccuWeather.
Como señaló el Washington Post, "En los polos norte y sur, solo hay un amanecer y un atardecer por año. El sol sale en el equinoccio de primavera y se pone en el equinoccio de otoño. En el Polo Norte, eso significa luz diurna entre marzo y septiembre. Durante el otoño y el invierno, la oscuridad dura seis meses, la única luz proviene de las estrellas, la luna y el parpadeo esmeralda de la aurora boreal.
Pero eso es en los polos. Como decimos, cuanto más descendemos de latitud, más se acorta ese periodo de oscuridad y, de la misma manera, el periodo de más luz solar. En Finlandia se conoce con el nombre de “noches blancas” a las noches casi inexistentes del verano.
La contrapartida son las interminables noches del invierno. Los finlandeses recurren a algunas estratagemas para sobrellevar estos meses de penumbra, como el uso de lámparas para favorecer el ánimo y la concentración en centros de estudios, los suplementos de vitamina D y el café. De hecho, según la Asociación Internacional del Café, Finlandia es el segundo país del mundo donde más café se consume.
Paradójicamente, no obstante, Finlandia está considerado uno de los países más felices del mundo, entre otras cosas por las ayudas al desempleo, a la maternidad y a la seguridad laboral, condiciones que benefician a sus residentes.
Por último, una cosa buena que es uno de los motivos por los que estas regiones polares reciben tantos visitantes durante la “noche polar”, es la oportunidad perfecta para ver auroras boreales. Dado que en muchas ciudades se hace la oscuridad durante 20 o incluso las 24 horas, estas luces mágicas se vuelven más llamativas que nunca.