La reciente luna llena conocida como Luna del Cazador hizo que pasásemos por alto la lluvia de estrellas Dracónidas hace tan solo unos días, pero dentro de poco tendremos una nueva oportunidad con las Oriónidas. Los meteoros procedentes del cometa Halley cruzarán el cielo para despedir el mes de octubre y serán muy llamativos este año. ¿Cuándo y cómo podremos disfrutarlos?
La lluvia de estrellas Oriónidas sucede todos los años entre el 2 de octubre y el 7 de noviembre, y puede verse desde la medianoche hasta el amanecer si los cielos están despejados y la luna se oculta. Algo que, en principio, ocurrirá este año.
Las Oriónidas son una lluvia de meteoros con una tasa de actividad de entre 15 y 70 meteoros por hora y una alta velocidad, 66 kilómetros por segundo. Aunque durante su máximo podremos ver más, si buscamos un cielo lo suficientemente oscuro.
El año 2022 será un buen año para la observación de estos meteoros puesto que el máximo de la lluvia de estrellas se producirá la noche del 21 al 22 de octubre, cuatro días antes de la luna nueva (el novilunio tendrá lugar el 25 de octubre). Por tanto, a diferencia de lo que ocurrió con las Dracónidas, la Luna permitirá la observación de las Oriónidas durante gran parte de la noche.
Los meteoros de las Oriónidas son fragmentos del cometa 1/P Halley. El Cometa Halley orbita alrededor del Sol cada 76 años y fue visto desde la Tierra por última vez en 1986.
Como todos los años por estas fechas, la Tierra atraviesa un anillo poblado con los fragmentos desprendidos del cometa Halley. Cuando uno de esos fragmentos (o meteoroides) entra en contacto con la atmósfera terrestre, se calcina por la fricción con el aire creando así el resplandor luminoso que conocemos como meteoro o estrella fugaz. El cometa Halley también es el origen de otra lluvia de meteoros, las Eta Acuáridas, que tienen su máximo en torno al 6 de mayo.
Las lluvias de meteoros parecen surgir de un único punto, es el denominado radiante. Las Oriónidas reciben ese nombre debido a que su radiante se ubica en la famosa constelación de Orión, la cual comienza a ser visible alrededor de la medianoche en dirección este.
El lugar de observación puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro. Es preferible observar desde un lugar que tenga pocos obstáculos para la vista (como edificios, árboles o montañas), y no utilizar instrumentos ópticos que nos limiten el campo de visión, recomiendan desde el Observatorio Astronómico Nacional del Instituto Geográfico Español.
Aunque las Oriónidas parecen venir de la constelación de Orión (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna si la observación se realiza cuando esta esté presente. Lo más cómodo es tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.