Una bola de fuego sobrevuela Cuenca a 85 000 km/hora y es visible desde toda la Península Ibérica

Los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN) opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) han grabado la entrada de una roca procedente de un asteroide a 85 000 kilómetros/hora en la atmósfera terrestre que ha sobrevolado la provincia de Cuenca y ha sido vista por toda la Península. Y no es la primera vez que un fenómeno así es visible en la península.

La bola de fuego, que fue divisada sobre las 00:10 horas del jueves, 6, llegó a tener una luminosidad similar a la de la Luna llena y el bólido fue visto por numerosos testigos que se hicieron eco del fenómeno en redes sociales, ha informado el complejo en una nota de prensa.

La roca, procedente de un asteroide

Según los análisis del investigador responsable del Proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo, del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), el fenómeno se produjo al entrar en la atmósfera terrestre una roca, que procedía de un asteroide, a una velocidad de unos 85 000 kilómetros por hora.

Estas rocas que se cruzan con la órbita de la Tierra reciben el nombre de 'meteoroides' y el brusco rozamiento de la roca con la atmósfera a esa enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 90 kilómetros sobre la localidad de Palomares del Campo (Cuenca), desde donde avanzó en dirección noroeste y se extinguió a una altitud de unos 26 kilómetros sobre la localidad de Huete (Cuenca).

Visible desde más de 700 kilómetros de distancia

La gran luminosidad que alcanzó este bólido hizo que pudiera verse desde más de 700 kilómetros de distancia, por lo que pudo ser observado desde la totalidad de la Península Ibérica, y la roca se destruyó completamente en la atmósfera, de manera que ningún fragmento llegó al suelo.

Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto SMART (Spectroscopy of Meteorids in the Athmosphere by means of Robotic Technologies), que se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) con el objetivo de monitorizar continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.