El pasado mes de febrero, una tormenta geomagnética afectó a la Tierra por la llegada de dos eyecciones de masa coronal procedentes del Sol. Generalmente, estas “tormentas solares” no causan estragos más allá de interferencias en algunas frecuencias de radio, pero en aquella ocasión, cerca de 40 satélites Starlink de la compañía SpaceX resultaron dañados y cayeron de vuelta en la atmósfera.
Un nuevo estudio publicado en Space Weather ha analizado el clima espacial que afectó a 38 satélites Starlink el 4 de febrero de 2022. Tras la detección de una potente llamarada solar y una eyección de masa coronal, que expulsó plasma y campo magnético de la corona solar (la atmósfera del Sol).
Estas erupciones solares llegaron a la Tierra arrastradas por el viento solar y causaron perturbaciones en la densidad de la atmósfera a unos 210 kilómetros de altitud, lo cual hizo que la órbita de los satélites fuera decayendo.
"El equipo de Starlink ordenó a los satélites que entraran en un modo seguro en el que volarían de canto (como una hoja de papel) para minimizar el arrastre, para protegerse de la tormenta", informó SpaceX entonces en un comunicado.
Los 38 satélites Starlink formaban parte de la flota de 49 satélites que fue lanzada el día anterior por el cohete Falcon 9 a la órbita terrestre baja, y fueron alcanzados por la “tormenta solar” antes de alcanzar la altitud esperada, de 600 km.
La reentrada en la atmósfera de los satélites de SpaceX sorprendió a los expertos porque la tormenta geomagnética fue de clase G1 “menor”, sin embargo “bombeó casi 1200 gigavatios de energía a la atmósfera de la Tierra", explica el autor principal de la investigación, Tong Dang, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China.
Esto “calentó la atmósfera superior de la Tierra y aumentó considerablemente la resistencia aerodinámica de los satélites", lo cual explica por qué no sobrevivieron al vuelo.
"Los satélites que salen de órbita presentan un riesgo de colisión cero con otros satélites y, por diseño, desaparecen al volver a entrar en la atmósfera, lo que significa que no se crean desechos orbitales y ninguna parte del satélite golpea el suelo", comunicó SpaceX, obstante el daño a los satélites generó una pérdida económica “estimada en varias decenas de millones de dólares”, según los investigadores.
A raíz del “incidente Starlink”, la compañía lanza ahora los satélites a una altitud mayor de 300 kilómetros para evadir la intensa resistencia y prevenir más pérdidas.
SpaceX ha puesto en órbita ya más de 3.200 satélites de la constelación Starlink, en todos los casos sin incidentes, excepto los 38 satélites del pasado mes de febrero. La flota seguirá aumentando gradualmente hasta los 12.000 satélites.
La compañía ha anunciado una colaboración con T-Mobile para llevar el servicio de banda ancha a los móviles, así como Royal Caribbean para mejorar el servicio de internet en el mar en sus cruceros, según Space.com.