Se acerca el otoño 2022 y con él, una serie de eventos astronómicos que no podemos perdernos. Los próximos meses, con días cada vez más cortos y noches más largas, traerán dos eclipses, varias lluvias de meteoros y tres lunas llenas. Estas son las fechas para marcar en el calendario.
La lluvia de las Dracónidas es visible en el hemisferio norte entre el 6 y el 10 de octubre, y su momento de máxima actividad sucede hacia el día 8 de octubre.
En condiciones normales, podrían verse una media de 20 meteoros por hora, pero el 2022 será un mal año para la observación de las Dracónidas puesto que su momento de máxima actividad coincidirá con la luna llena del día 9 de octubre, la Luna del Cazador.
Se conoce así porque es el momento en que los cazadores nativos americanos salían de caza, ya que antes del invierno las presas están engordando para el invierno.
La lluvia de las Oriónidas sucede todos los años entre el 2 de octubre y el 7 de noviembre, y su máxima actividad este año tendrá lugar en la noche del 21 al 22 de octubre.
Aprovecha: este será un buen año para la observación de las Oriónidas puesto su máximo se producirá cuatro días antes de la luna nueva (el novilunio tendrá lugar el 25 de octubre).
Durante la mañana del martes 25 de octubre será posible observar un eclipse parcial de Sol de muy baja magnitud desde el noreste de España.
El eclipse será visible en gran parte de Europa, el noreste de África y Asia occidental. En España, será visible en el noreste peninsular y las islas Baleares, pero con magnitudes muy bajas, lo cual quiere decir que será difícil observarlo, informan desde el Observatorio Astronómico Nacional.
La Luna del Castor, como se conoce la luna llena de noviembre, iluminará el cielo la noche del día 8, y su nombre se debe a que coincide con el momento en que los castores terminan los preparativos para el invierno y se retiran a sus madrigueras para pasar los meses más fríos.
Un eclipse de Luna sucederá el mismo día. Será de tipo total, y será visible en Asia, Australia y América. Por tanto, no se verá en España.
La lluvia de meteoros de las Leónidas es visible todos los años entre el 6 y el 30 de noviembre, con una tasa de entre 10 y 20 meteoros por hora, que proceden del cometa 55P/Tempel-Tuttle.
Este año no se verán en todo su esplendor porque su momento de máxima actividad (la noche del 17 al 18 de noviembre) se producirá con la luna en fase menguante.
La Luna Fría es el nombre que se da a la luna llena de diciembre, cuando el frío empieza a apretar y el invierno está al caer. Este año alcanzará su máximo a las 5:08 hora peninsular española la madrugada del día 8 de diciembre.
Las Gemínidas tienen una tasa de actividad por encima de los 120 meteoros por hora, lo que las convierte en una de las lluvias más activas del año junto a las Cuadrántidas de enero y las Perseidas de agosto.
Por desgracia, el 2022 no será un buen año para la observación de las Gemínidas, puesto que su momento de máxima actividad se producirá un día antes de que la Luna alcance su fase de cuarto menguante.
El cielo tras la puesta de Sol al comienzo del otoño tendrá a Júpiter y Saturno como únicos planetas visibles. A partir de diciembre harán su aparición en el cielo Marte por el este y Venus y Mercurio por el oeste, por lo que la estación terminará con cinco planetas visibles al anochecer.
Las madrugadas del otoño, por su parte, comenzarán la estación con Venus, Júpiter y Marte visibles, pero los dos primeros desaparecerán pronto en el brillo del alba. Mercurio hará una breve aparición durante octubre, y Marte dejará de verse a mediados de diciembre, dejando sin planetas el cielo del amanecer al final de la estación.
En cuanto a las estrellas y constelaciones visibles al anochecer en otoño, destacará el triángulo de verano, formado por Deneb en el Cisne, Vega en Lira y Altair en el Águila, que seguirá siendo visible durante la primera parte de la estación, aunque gradualmente a menor altura sobre el horizonte oeste.
A medida que avancen los meses, veremos surgir por el este las constelaciones de Pegaso, Andrómeda y Perseo, y al final de la estación aparecerán las constelaciones de Tauro y Orión, que alcanzarán su máximo esplendor durante las noches de invierno.