La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica ha compartido a través de sus redes sociales el último hallazgo que ha dejado completamente sorprendidos a su equipo de oceanógrafos. Al parecer, durante una expedición reciente en la dorsal mesoatlántica se han encontrado una serie de agujeros que están perfectamente alineados en línea recta en el mismo fondo del mar.
"En la inmersión del sábado vimos varios conjuntos de agujeros sublineales en el lecho marino. El origen de los agujeros tiene a los científicos perplejos", apuntan desde el organismo oceánico.
Además, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica ha apuntado a que, lo más probable, es que este hallazgo esté producido por la acción humana. "Los agujeros parecen hechos por humanos, pero los pequeños montones de sedimentos a su alrededor sugieren que fueron excavados por... algo. ¿Cuál es tu hipótesis?", preguntan a todos sus seguidores en las redes sociales.
Este hallazgo por parte del equipo científico se ha producido gracias a la inmersión del buque Okeanos. Los investigadores encontraron por plena casualidad los agujeros en el fondo del mar tras realizar una inmersión en una cresta volcánica. Concretamente, esta labor de investigación se llevó a cabo gracias a la ayuda de un robot sumergible que inspeccionó el archipiélago de las islas Azores, cerca de Portugal.
Hay que destacar que en estas inmersiones y expediciones no es raro estos hallazgos por parte de la comunidad científica. Sin embargo, lo raro y sorprendente en esta ocasión ha sido el patrón perfecto y uniforme que seguían los agujeros situados en la dorsal mesoatlántica.
En un comunicado de prensa ofrecido por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica se destaca que los orificios que se han hallado en el fondo marino se encuentran a 2,5 kilómetros de profundidad.
Otro dato sorprendente que descubrieron los oceanógrafos una semana después de este hallazgo es la aparición de otros cuatro agujeros en el fondo marino. En esta ocasión, los orificios se encontraban a 483 kilómetros de distancia de los hallados el pasado 23 de julio.
En esta expedición, los agujeros que perforaban el fondo marino estaban situados a 1,6 kilómetros de profundidad. En el mismo comunicado, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica apuntaba que en esta expedición los investigadores intentaron pinchar los agujeros "con las herramientas del vehículo operado por control remoto".
Sin embargo, la operación resultó fallida y los investigadores no cumplieron su objetivo. "No pudimos", comentan los propios oceanógrafos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica.